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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de German :
7
Serie de TV. Drama Serie de TV (2002). 1 temporada. 11 episodios. Retrata la vida en las cárceles argentinas a través de la historia de un abogado, Ulises Parodi (Germán Palacios), injustamente encarcelado, que con el devenir de los capítulos se convertirá en un auténtico "tumbero", rival del líder de la cárcel, el magistral Willy (Carlos Belloso). (FILMAFFINITY)
28 de agosto de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tumberos es una serie de televisión dirigida por Israel Adrián Caetano y producida por Ideas Del Sur. Esta producción retoma la línea temática de la marginalidad que supuso un rotundo éxito de raiting y críticas para la productora de la mano de Okupas dos años antes.
La trama sigue los pasos de Ulises Parodi, un exitoso y mediático abogado que es condenado a prisión por el asesinato de una joven vedette. Parodi sostiene que ha sido víctima de un complot y cuenta con sus amigos y compañeros para que prueben su inocencia, pero rápidamente todos sus colegas se desvinculan del caso y lo dejan a su suerte. Es entonces que se abren dos lineas argumentales: la primera narra las vicisitudes de la nueva vida carcelaria del protagonista. La segunda sigue a Lorena Rodríguez, una joven abogada del bufete de Parodi que acepta investigar su caso y se interna en una conspiración en la que se funden intrigas políticas, ritos Umbanda, y lazos familiares.
La línea argumental vinculada con la vida carcelaria es el alma de la serie. Los mejores actores del reparto conforman el repertorio de presos y carceleros con los que Ulises deberá congeniar para sobrevivir. Todos estos personajes están muy bien construidos; pese a que inicialmente algunos puedan resultar un tanto teatrales, con el transcurso de los episodios se irán revelando nuevas facetas de sus personalidades, conformando una imagen muy humana de cada uno. Este segmento de la serie tiene una estructura laxa; no se trata de seguir una historia con giros argumentales o una conclusión definida, sino de presenciar la dinámica de las relaciones dentro del presidio y la variedad de situaciones en las que Ulises y sus congéneres se ven envueltos. Pese a que algunos de los conflictos que se proponen son exagerados rayando lo morboso, todos encajan muy bien con la lógica del guión, conformando una imagen de la vida carcelaria ficcional pero coherente con sus propias reglas (y, más importante, con la personalidad de sus protagonistas).
En comparación, las intrigas político / esotéricas de la investigación de Lorena Rodríguez se vuelven aburridas y difíciles de seguir. Pese a que las revelaciones que se dan en esta linea argumental conforman la columna vertebral del guión, marcando el rumbo hacia el desenlace de la serie, su tono fantasioso contrasta con el realismo descarnado de la primera linea. En general, las peores actuaciones, los personajes peor desarrollados y las escenas menos creíbles suceden de este lado del guión.
Hacia los últimos capítulos la trama se vuelca completamente hacia la fantasía en un intento de alegoría que cuyo significado se me escapa y desmerece un poco los compases iniciales de la serie. Me parece que se podría haber escrito un guión que abordara las mismas temáticas y con una conclusión equivalente pero manteniendo el tono de los primeros episodios.
A nivel técnico esta es una serie muy digna. Las escenas que transcurren en prisión fueron grabadas en la Cárcel de Caseros, Capital Federal; este escenario no solo aporta realismo sino que es bien utilizado para filmar escenas visualmente interesantes y dinámicas. Los creadores de esta serie aprovecharon al máximo los limitados recursos con los que contaban, utilizando el entorno de formas creativas para crear escenas con mucha acción y movimiento. Como ya mencioné, esta producción cuenta con un reparto estelar que combina a sospechosos habituales del cine y la televisión argentina. Carlos Belloso, Roly Serrano y Alejandro Fiore son solo algunos de los actores que se desempeñan de manera ejemplar en esta serie.El apartado sonoro resulta un tanto irregular. Se combinan efectos y música original de calidad que recuerda a la telenovela con una variada banda sonora en la que se dan cita Los Redondos, Nino Bravo y Damas Gratis.
En conclusión, la ambición es el talón de Aquiles de Tumberos. A lo largo de sus once capítulos esta compleja obra toma rumbos muy diversos y, finalmente, se pierde en sus propias divagaciones. Sin embargo, pese a que las inconsistencias del guión me impiden ponerle una nota más elevada, muchas cosas buenas esperan a los que estén dispuestos a zambullirse en esta serie y puedan hacer la vista gorda ante algunos aspectos flojos.
German
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