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España España · Madrid
Voto de Lupina:
8
Drama Cleo, una joven cantante, espera impaciente los resultados de un examen médico. Cuando una adivina que lee las cartas le revela que tiene cáncer y que puede morir, su inquietud aumenta. Tratando de ocupar su tiempo a la espera de los resultados, Cleo conoce a un joven soldado, a punto de partir para hacer el servicio militar en Argelia, al que confía su temor a la muerte. (FILMAFFINITY)
12 de abril de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Nouvelle Vague siempre me teletransporta en el tiempo, y todo el aroma desprendido de cada plano de cada una de las películas de esta corriente logra sacarme, por instantes, de la trama para que me sienta un transeúnte más de la tan anárquica como clásica ciudad de París. Agnès Varda fue un genio, una pionera, una mujer que se abrió hueco el aquella corriente protagonizada por hombres que, cámara en mano y en un exquisito blanco y negro, se esmeró en retratar un París sin grandes clímax, de personajes sin grandes éxitos, a retratar la vida misma, sencilla y compleja, en films donde el mundo cabe en una cafetería.
Y la película en cuestión es eso: en paseos sin grandes aventuras, en taxis mundanos, en encuentros cotidianos, entre risas y conversaciones superfluas nada el pánico a la muerte, la brevedad de la vida como símbolo nuevo que aparece ante la espera de una prueba; en un piso escueto donde una tarotisa lee tus cartas cabe el terror de un condenado a muerte. Pero todo parece liviano, etéreo, ligero, porque la vida tiene ese absurdismo. Y, oh, le debemos tanto a la Nouvelle Vague, que lejos de los melodramas de Hollywood recargados de música dramática y rostros sobreactuados y estereotipos manidos nos trajo una mirilla hacia un mundo real, veraz, hermoso, cruel, cambiante.
El viaje de Cleo es tremendo, pero ligero; tiene miedo, pero es valiente; ama la vida, y por ello teme perderla; nada importa tanto, y todo importa demasiado.
El día más largo del año en todos los sentidos, el paso de la primavera al verano, de Géminis a Cáncer; el géminis de Cleo son sus dos caras en el espejo, la jovial e ingenua vestida de blanco entre cachorros de gato y la mujer madurada y más áspera que, vestida de negro y con rostro impávido, camina por París mirando los desasosegantes ojos de los transeúntes...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lupina
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