Hay personajes que en el cine resultan interesantes, pero que no querrías encontrarte en tu vida: como Frankie (Viggo Mortensen). La película en general no está mal, los actores son solventes y Sean Penn como director es correcto. Para mi el problema radica en lo maniqueo del planteamiento de los personajes: sólo hay héroes y proscritos (Frankie dixit), o sólo está la familia y el infierno (ahora habla el personaje de David Morse, su hermano). ¿Y dónde está el contrapunto para ambos? Entiendo que puede haber gente como Frankie andando por el mundo (de gilipollas está el mundo lleno), y aunque sea un personaje antipático resulta jugoso. Sin embargo me parece que la película adolece de simplismo, puede ser porque se ha inspirado en una canción y está claro que se pueden desarrollar menos unos personajes en una canción que en una película o una novela. Pero puesto que te has tomado la molestia de escribir una película no estaría de más que perdieras un poco de tiempo profundizando en los personajes para no dejarlos en una mera caricatura del bueno y el malo, ¿no?