David Attenborough, hermano menor del fallecido actor y director Lord Richard Attenborough, y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2009, es uno de los científicos y divulgadores naturalistas más populares de la televisión mundial, y un pionero en la realización de documentales sobre todo tipo de aspectos de la naturaleza.

Su obra es prolífica. Ha sido director de programación de la BBC y ha ocupado puestos en la gerencia de la cadena pública británica.

Sus series de documentales son siempre esperadas y bien recibidas, porque los excelentes equipos técnicos y científicos que aglutinan, consiguen un año tras otro imágenes más exclusivas y espectaculares que nos acercaban “lo nunca visto hasta entonces” del mundo natural.

La serie que nos ocupa no desmerece lo dicho, ni puede decepcionar a sus más exigentes seguidores. Su belleza, su mensaje y su transcendencia, la elevan a producción de obligado visionado.

“La gente me escribe diciendo que la evolución es sólo una teoría. Bueno, no es una teoría. La evolución es un hecho histórico tan sólido como puedas concebir. Hay evidencias por todas partes. Lo que es una teoría es si la selección natural es el mecanismo y si es el único mecanismo. Eso sí es una teoría. Pero la realidad histórica de que los dinosaurios dieron lugar a las aves y los mamíferos produjeron ballenas, eso no es teoría.”

Estamos ante un momento crucial. “El futuro de la vida en la Tierra depende de nuestra capacidad para tomar medidas. Muchas personas están haciendo lo que pueden, pero el verdadero éxito sólo puede venir si hay un cambio en nuestras sociedades, nuestra economía y en nuestra política. He sido afortunado en mi vida por ver algunos de los mayores espectáculos naturales que el mundo ofrece. Sin duda, tenemos la responsabilidad de dejar para las generaciones futuras un planeta que sea saludable, habitable para todas las especies.”

Otra joya de Attenborough, y ya no sé cuantas van…