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Voto de Cinequeveo:
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Drama
A principios del siglo XX, una serie de adelantos técnicos transforma la vida de una comunidad campesina: el establecimiento de una granja-factoría para la cría de vacas y la llegada de un tractor favorecen el abandono de ciertas tradiciones seculares y la aparición de un nuevo tipo de sociedad. (FILMAFFINITY)
18 de marzo de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si el cine de Eisenstein fuera sólo propaganda soviética, o de la que fuera, su interés sería limitado, quizá sujeto exclusivamente a ser un testimonio de su época, lo que por otra parte también es muy importante.
Sin embargo, el cine del director ruso es mucho más. El director no se limita a narrar unos hechos de forma convincente y sin duda, manipuladora, sino que sigue desarrollando las técnicas que le han hecho famoso (El acorazado Potemkin, 1925) de montaje, primeros planos dramáticos, transparencias, etc. así como la utilización de actores no profesionales. En este caso no hay secuencias tan especialmente destacables como la escalera de Odessa, pero todo el conjunto es interesante.
Vemos como en el campo se vive como en tiempos de la Prehistoria. Las leyes favorecen el empobrecimiento general al dividirse las propiedades entre hermanos. Las personas están a merced de su suerte y son menos que animales. En la ciudad ya se nota el progreso comunista. Altos y modernos edificios. Plantas de investigación y desarrollo animal. El retrato de Lenin (muerto en 1917) preside todos los lugares. Pero ese desarrollo no ha llegado al campo. El progreso es lento y los enemigos muchos: el atraso e ignorancia de los campesinos, los poderes locales y la burocracia estatal.
El futuro es el campesino inocente y las máquinas. Las máquinas nos llevarán a un mañana venturoso, dónde el hombre ya no será un animal de carga. El campo será de todos y sus frutos también. Pero no debemos envanecernos, no debemos convertirnos en lo que hemos odiado, sino seguir siendo inocentes y puros. Bueno, esto es lo que nos cuenta. Si después fue un fracaso en la práctica, eso lo explica la Historia.
http://cinequeveo2.blogspot.com.es/2013/03/lo-nuevo-y-lo-viejola-linea-general-1929.html
Sin embargo, el cine del director ruso es mucho más. El director no se limita a narrar unos hechos de forma convincente y sin duda, manipuladora, sino que sigue desarrollando las técnicas que le han hecho famoso (El acorazado Potemkin, 1925) de montaje, primeros planos dramáticos, transparencias, etc. así como la utilización de actores no profesionales. En este caso no hay secuencias tan especialmente destacables como la escalera de Odessa, pero todo el conjunto es interesante.
Vemos como en el campo se vive como en tiempos de la Prehistoria. Las leyes favorecen el empobrecimiento general al dividirse las propiedades entre hermanos. Las personas están a merced de su suerte y son menos que animales. En la ciudad ya se nota el progreso comunista. Altos y modernos edificios. Plantas de investigación y desarrollo animal. El retrato de Lenin (muerto en 1917) preside todos los lugares. Pero ese desarrollo no ha llegado al campo. El progreso es lento y los enemigos muchos: el atraso e ignorancia de los campesinos, los poderes locales y la burocracia estatal.
El futuro es el campesino inocente y las máquinas. Las máquinas nos llevarán a un mañana venturoso, dónde el hombre ya no será un animal de carga. El campo será de todos y sus frutos también. Pero no debemos envanecernos, no debemos convertirnos en lo que hemos odiado, sino seguir siendo inocentes y puros. Bueno, esto es lo que nos cuenta. Si después fue un fracaso en la práctica, eso lo explica la Historia.
http://cinequeveo2.blogspot.com.es/2013/03/lo-nuevo-y-lo-viejola-linea-general-1929.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En el caso de esta película nos narra de forma semi documental dramatizado la situación del campo en la Unión Soviética y se supone contemporáneo a la fecha de la cinta, 1929. Marfa Lapkina es una campesina pobre aplastada por la imposibilidad de prosperar y de sobrevivir. Pide ayuda a los ricos del pueblo y no le hacen caso. La presencia de los comités comunistas es inapreciable, pero con la ayuda de éstos se logra convencer a parte del pueblo para instalar una cooperativa lechera. Tras el éxito de esta primera iniciativa, los aldeanos pretenden gastarse el excedente económico en contra de la opinión de Marfa que desea crear una cooperativa bovina. Nuevamente es ayudada por los comunistas para convencerlos aunque sea a regañadientes. Los ricos y la Iglesia no se resisten a perder su poder y envenenan al semental. Afortunadamente quedan sus terneros. Empiezan a tener éxito y ahora necesitan un tractor. Los burócratas de la ciudad (que ya son comunistas) se han acomodado y sólo crean obstáculos. Gracias a la tenacidad de Marfa son superados.