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Voto de Melón tajá en mano:
2
Drama. Romance Laia, una joven maestra catalana, se traslada a Katmandú para trabajar en una escuela. Allí, además de la miseria, descubre un panorama educativo desolador que excluye a los más necesitados. Tras contraer, a su pesar, un matrimonio de conveniencia para legalizar su situación, emprende un ambicioso proyecto pedagógico en los barrios de chabolas de la ciudad, aunque pronto se da cuenta de que necesita ayuda para hacerlo realidad. Al mismo ... [+]
5 de febrero de 2012
40 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la filmografía inicial de Icíar Bollaín pudimos encontrar películas acertadas y devastadoras como 'Flores de otro mundo' (1999) y la merecidamente reconocida 'Te doy mis ojos' (2003). En ellas podíamos encontrar a una directora capaz de arriesgar y defender grandes discursos sociales a través de pequeñas historias humanas.

Tras los premios llegó 'Mataharis' (2007), que supuso un giro errático en su forma de contar historias. Su discurso se hizo tan pretencioso como el tratamiento de unos personajes con demasiadas esquinas y conflicto abstracto. 'También la lluvia' (2010) causó indiferencia y aplausos a partes iguales. Las buenas intenciones de Bollaín son indiscutibles, sin embargo su evolución como cineasta genera más dudas. Con más y mejores medios ha conseguido resultados dispares en cuanto a intensidad.

'KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO' es el título del nuevo filme dirigido por la directora, guionista y actriz (no sería justo olvidarlo) madrileña.

La historia se centra en el personaje de Laia, una profesora catalana empeñada en importar sus métodos docentes y occidentales a una escuela del Nepal. Si algo hay que agradecerle a Bollaín son su valiente posicionamiento y su respeto hacia las diferencias culturales a través del rigor en cuanto a tradiciones, lenguas y paisajes. Sin embargo y pese a estar realizada muy correctamente, cabe la posibilidad de que este sea el largometraje más flojo y fallido de su filmografía.

Su férrea defensa de la educación como base para la libertad del individuo queda difuminada en una narración que tiene demasiados delirios de grandeza y descuida los aspectos más pequeños y significantes. Cada acto se hace más tedioso que el anterior e incluso al espectador menos exigente le rechinarán los dientes durante algún que otro diálogo. La trama romántica invita a salir corriendo de la sala.

Es harto complicado encontrar una explicación lógica a los continuos y desagradables fundidos a negro como principal recurso de transición, por no hablar de los flashbacks inconexos que no conducen a nada. El montaje carece de personalidad y es bastante torpe en líneas generales. Nada que reprochar al reparto no profesional y menos aún a Verónica Echegui, quien trata de defender con sus pocas armas un personaje irrisorio, desastroso y rematadamente mal escrito.

Hay algunos retazos, cuatro o cinco secuencias en las que el espejo nos devuelve un reflejo interesante. De la docencia se obtienen recompensas enormes en la vida real pero en esta ocasión la ficción logra un débil calado. A veces el carácter idealista y luchador de la insoportable profesora Laia parece vivir en 'Los mundos de Yupi'. Demasiado pasada de rosca.

Esta vez los conflictos humanos y sociales de la directora quedan ocultos tras las miserias de un guion que poco se corresponde con su fuerte personalidad. No cabe duda que Icíar Bollaín seguirá haciendo la guerra por su cuenta. No se lo debe a nadie más que a ella a misma.
Melón tajá en mano
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