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Voto de FATHER CAPRIO:
8
Drama Ocho en punto de la mañana. En la calle principal unos trabajadores ajustan el reloj. Kuba les está mirando desde su ventana, esperando ansiosamente la llegada de alguien. Por fin suena el timbre de la puerta: es Krystyna, su novia... Así arranca una historia circular que va girando como las agujas de un reloj en torno al mismo eje... (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Petla, "el nudo corredizo" no es una película fácil de digerir. Quienes busquen en el cine una forma de evasión de los problemas rutinarios y cotidianos, absténganse. Quienes quieran vivir increíbles aventuras con finales felices, mejor pasen de largo. Aquí encontrarán la instantánea de un hombre junto a una botella y un precipicio. Y como telón de fondo, una señal del tráfico de la vida mostrando el dibujo de un nudo corredizo y las letras "No way out".

De acuerdo, estoy utilizando un lenguaje figurado donde las ideas se representan con imágenes visuales, exactamente así como en el cine de Has, donde los ojos de Kuba son la representación, primero del miedo y luego de la derrota de un hombre en su batalla contra el tiempo y el vodka. La fotografía de Mieczyslaw Jahoda encuadra el drama en dolorosos primeros planos donde el rostro de Kuba Kowalski (Gustav Holoubeck) es el patético reflejo de los estragos que el alcohol deja en eso a lo que llamamos alma y que, según nos cuentan, nos diferencia del resto de la especie animal.

Wojciech Has, con su primer largometraje, trás una prolífica carrera en el cortometraje, no nos lo pone nada fácil. Su película, magnífica, no invita a pensar sino que obliga a ello. Nos tambalea al principio haciéndonos creer que los milagros existen y que los bienaventurados alcanzarán la tierra prometida, pero a medida que los segundos se desgranan en el tic tac de los diferentes relojes que jalonan las calles, la realidad, dura, cruda y desesperanzada, se enseñorea del paisaje y la derrota de Kuba es, de alguna manera, nuestra propia derrota.

Sería injusto no reconocer la contundencia de los diálogos, calientes por el vodka, entre Kuba y Wladek el alcoholizado saxofonista. Una conversación con efluvios etílicos donde las verdades dejan de serlo a medias para exhibirse en toda su contundencia:

"¿Porqué bebes?
No importa. Nosotros los bebedores sabemos que no importa el porqué.
Tal vez me sienta solo o me engañó una puta sin la que no puedo vivir.
No importa. No hay mala suerte, soledad, o mujer, por quien valga la pena beber pero solo lo saben aquellos que perdieron todo por la bebida.
Los que deben beber. Los que comienzan a beber no tienen ni idea.
El vodka es la verdad. Pero uno solo lo comprende cuando ya es demasiado tarde"

Una gran muestra de cine europeo, con raíces polacas y sabor a Polanski, también a ese maestro de las intimidades que fue Bergman. Una película para "masticarla" en soledad y quizás para pasarla " a palo seco" aunque eso ya dependerá de ustedes.
FATHER CAPRIO
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