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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de Ficus Pandorama:
8
Drama Oregón, 1933. Entre los vagabundos sin trabajo que, durante la Gran Depresión, se desplazan de un estado a otro viajando clandestinamente en los trenes, el número uno es el Emperador del Norte (Marvin), llamado así por su astucia para burlar a los ferroviarios. Dos hombres aspiran a arrebatarle el título, pero para ello tendrán que llegar a Portland en el tren de Sack (Borgnine), un sádico e implacable maquinista. Inspirada en las ... [+]
22 de marzo de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me es extraño que mi empedernida cinéfagia, no me hubiera dado la oportunidad de poder degustar hasta hace unas fechas, de este curioso y notable film que figuraba en la destacada y brillante filmografía del gran Robert Aldrich. Había degustado anteriormente de su distinguido menú cinemátografico títulos como los western "Apache" (1954), "Veracruz" (1954), y "El último atardecer" (1961), o dos de sus más destacadas obras "Qué fue de Baby Jane" (1962) y "Doce del patíbulo" (1967) que me habían dejado en el recuerdo un excelente sabor de boca, tanto como el que me dejo está para mi desconocida aventura ferroviaria llena de acción, que transcurre en tiempos de la Gran Depresión americana.
En unos papeles de brutos y rudos personajes, que parece que les vinieran a los dos como anillo al dedo, se meten Ernest Borgnine y Lee Marvin, ejecutandolos ambos con una soberbia profesionalidad. El primero pone vida a un brutal y despiadado revisor de trenes llamado Sack, dispuesto a todo, con tal de que ningun inmundo polizón profane su juguete, y el segundo un vagabundo de gran astucia llamado Nº1, que desafíara a Sack con obstinada maestría y habilidad, como si de una competición entre railes se tratara, desplazandose de un estado a otro, sin antes tener que haber pagado su correspondiente billete y que desembocara en una espectacular lucha final.

Este particular duelo interpretativo como argumental esta basado en un relato de Jack London, y le sirve a Aldrich para hacer una sólida película, con unas imágenes de acción muy bien filmadas, sobre todo las del tren. No es para nada un inconveniente su larga duracíon, está original historia entretiene y se sigue con gran interés por parte del espectador. Es una historia que se enmarca en unos tiempos dificiles, en una América de continuas dificultades ecónomicas, con algun que otro toque simpático y con moraleja final incluida a cargo del más veterano de los perdedores, a su nóvel y arrogante rival (un joven Keith Carradine), que no acepta y respeta los códigos, de la lealtad y la veteranía, del riesgo y la supervivencia, tan paralelas a las vías del tren, como las que impone la misma vida, a las también iguales vidas que a ambos les ha tocado en desgracia vivir.

Bueno para que continuar escribiendo, no les desgrano nada más, les invito a que se suban a cualquier vagón de este tren y dejense llevar durante casí dos horas, disfrutando con este buen y trepidante cine de acción, y si como me ocurrio a mi es la primera vez que la ven, pues muchisimo mejor.

Eso si, una advertencia, les recomiendo que paguen su billete.
Ficus Pandorama
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