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España España · sevilla
Voto de Jlamotta:
9
Milius
2013 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: John Milius, Steven Spielberg, Clint Eastwood ...
7,0
568
Documental La historia de uno de los directores más controvertidos de la historia de Hollywood, John Milius. Desde sus aspiraciones infantiles por unirse al ejército hasta su abandono de la industria por sus creencias radicales y comportamiento volátil, Milius ha dejado un trabajo legendario en películas como Apocalypse Now, Tiburón, Conan el Bárbaro o Harry el Sucio. (FILMAFFINITY)
15 de octubre de 2013
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Steven Spielberg, Clint Eastwood, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Robert Zemeckis, George Lucas, Paul Schrader, Matthew Weiner, Kathleen Kennedy, Oliver Stone, Kurt Sutter y un largo etcétera. Dejar narrar el documental a voces autorizadas, a una generación de talentosos directores, productores y actores cinematográficos y televisivos. Ese es uno de los grandes aciertos de los documentalistas Joey Figueroa y Zak Knutson a la hora de construir el modelo de narración de esta película-homenaje a uno de los grandes escritores y directores (pero sobre todo, escritor) de la historia del cine, John Milius. Es el propio Milius el que nos cuenta sus experiencias con un carrusel de anécdotas que harían palidecer al mismísimo Andy Kauffman. Nada de absurdas voces en off de Figueroa o Knutson guiándonos por su vida ni innovaciones formales que distraigan lo más mínimo sobre lo que realmente importa:las palabras. Porque es gracias a las palabras por las que Milius ha llegado a ser considerado un genio de los guiones cinematográficos. Su estilo violento y directo, su habilidad para crear personajes de personalidad atractiva y actitud arcaica y, más que nada, sus excelentes diálogos, le han valido tal consideración. El documental nos muestra la narración de su vida a través de amigos y compañeros de trabajo, dotándole de un halo de leyenda inmediata, de típico protagonista de novela de comedia negra. Nos expone tanto sus logros como sus miserias, aunque es cierto que el tono del relato es bondadoso con su figura ya que, no lo olvidemos, se recurre a sus amistades. Pero también depende de cada uno enjuiciar o no a Milius, reconocido amante de la guerra y tildado de fascista en incontables ocasiones. Si bien es el típico chalado del que nos enamoraríamos al momento si nos lo presentaran como personaje de ficción (impagable la cita al personaje de John Goodman en The Big Lebowski, prácticamente un clon debido a la inspiración reconocida por el propio actor), la realidad es que Milius siempre ha presumido de sus ideas políticas sin importar el momento y el lugar. Es un hombre auténtico y, si nos paramos a pensar en ello, eso da bastante miedo. Pero es imposible no soltar carcajadas ante alguna de sus expresiones ("dame un papel y un bolígrafo y puedo matar a quien sea") u ocurrencias como la de amenazar con una pistola a un productor que quería retocar uno de sus guiones. El film muestra su lado reaccionario sin reservas. Su defensa de la libertad de las armas, las limitaciones al intervencionismo estatal, su amor por los conflictos bélicos y su profundo rechazo del comunismo, siempre han sido factores que han influido en su carrera cinematográfica. Era tan mal mirado por una industria de histórica tendencia izquierdista como por algunos integrantes del partido republicano, que se quejaban de que sus acciones les hacían lucir como señores de la guerra. El propio Milius se ha declarado en varias ocasiones como un espíritu libre formado en el liberalismo o, como le gusta decir, un anarquista zen. Ni sus amigos directores se encontraban cómodos con esa versión radical del director de Flight of the Intruder (1991), del que preferían su labor como tutor de la generación que cambió Hollywood y como valioso colaborador (desinteresado en algunas circunstancias) en sus guiones gracias a su impresionante habilidad con los diálogos y su buena predisposición.

John Milius no nació para el cine. Nació para la guerra. De hecho, descubrió tarde el cine en unas sesiones maratonianas de películas de Kurosawa. Había sido rechazado del ejército por su asma, y tenía claro donde pagar y plasmar toda esa frustración. En sus escritos se sienten sus entrañas, su ofuscación con las metas no logradas por motivos ajenos a la voluntad del hombre o sus aspiraciones de divinidad. Era un outsider al que el sistema recurría con frecuencia debido a un don que, según Spielberg o Coppola, solo él tenía entre los grandes cineastas de su generación. Consiguió triunfar a pesar de lo que representaba, nunca gracias a ello. El sueño americano se puede interpretar de muchas maneras, pero cuando un fracaso inicial deriva en una sucesión continuada de éxitos por la insistencia de un individuo, somos testigos de un claro ejemplo de superación, que es de lo que en realidad se trata. Estamos hablando de un hombre que parió los guiones de películas como Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1980), Dirty Harry (Don Siegel,1971), Jeremiah Johnson (Sidney Pollack, 1972), The Life and Times of Judge Roy Bean (John Huston, 1972) o Conan the Barbarian (John Milius, 1982). Sin contar sus colaboraciones sin acreditar en proyectos históricos de sus amigos barbudos de los setenta. La película de Figueroa y Knutson abarca, como es lógico, dos tristes sucesos que cambiaron sus dos vidas para siempre, tanto la artística como la personal. Primero fue el escandaloso estreno de Red Dawn (1984), cuyo bestial argumento lo colocó en el ojo del huracán y significó la oportunidad que muchos esperaban para hundir la carrera de un fascista prepotente.

Sigo en spoiler sin ser spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jlamotta
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