Así resumiría esta novela. Muy diferente a la versión del 93.
Ya que la gente y sobretodo los fans tienden a compararlas, y con razón ya que ambas cuentan la misma historia basada en la novela homónima, "Corazón Salvaje" de Caridad Bravo Adams.
Pero en la versión del 2009 de Aracely Arámbula han remasterizado una historia mezclada con la trama de una segunda telenovela "Yo compro a esa mujer" , que por alguna razón no ha llegado al público de la manera que la del 93 lo hizo.
Pero no es bueno comparar. Lo hacemos, como causa inevitable de una historia que fue épica, aquellos amores entre Mónica y Juan del 93, para mí los mejores del mundo de las telenovelas, pero no es necesario, en serio. Como Aracely Arámbula dijo una vez, esta versión del 2009 quizá está orientada más para que las nuevas generaciones conozcan desde un punto de vista más cercano la historia.
No obstante hay algunos fallos que son muy importantes en esta producción, empezando por la elección del actor principal. A mi en lo personal diré que en ocasiones Eduardo Yañez roza la sobreactuación, pero su Juan del Diablo es diferente a todos los anteriores.
Aracely me ha gustado sobretodo en el segundo rol, en el de Regina Montesdeoca, aka Monica de Altamira, la monja por la que el salvaje Juan bebe los vientos casi toda la novela.
Las sobreactuaciones están tristemente a la orden del día en esta novela, así como la trama, perdida en laberintos por donde nunca debería haberse ido. Desperdiciando metraje y con efectos pésimos. Ay, CGI...luego te criticamos cuando no estás.
Realmente la nueva versión me ha gustado tanto en cuanto la veo más cercana, más simpática, con menos carga dramática.
Yo disfruto con el drama pero también quiero reírme con algunas escenas. Yañez y Arámbula tienen la energía necesaria para crear una atmósfera simpática, en la que sus personajes estallan y llenan de optimismo la pantalla.
Pero tristemente el sol no se tapa con un dedo, y Christian de la Fuente se come vivo a Yañez, en un rol más secundario y casi siendo su antagonista en cierto momento, cosa que no debería pasar se supone. Christian de la Fuente es mi actor telenovelero favorito. Ese aire a lo Mario Cimarro de hombre grande con esa voz de niño no dejan lugar a dudas.
Pero también hay que reconocer el mérito de un grupo de personas que decidieron crear algo nuevo. Desgraciadamente no les salió bien al parecer. Osvaldo Ríos es una aparición estelar pero necesaria y Helena Rojo me ha encantado.
La banda sonora de Chayanne es buena, y el colorido, pero no tanto el vestuario.
Lo intentaron, y a mí personalmente salvo por lo que he dicho, las flojas interpretaciones a veces me llegaron, otras me aburrieron.