Primero, y ante todo, he disfrutado mucho con la película, y me ha parecido volver al cine de acción, de aventuras, western, bélico de siempre, el cine de evasión, el cine para disfrutar, el cine de verdad como oposición al cine comecocos, al cine de autor, al cine de minorías que se creen que saben más que nadie y que están en posesisón de la única verdad.
Paul Verhoeven tendrá sus pegas, sus cosas, pero sigue siendo un auténtico artesano del cine, capaz de averiguar y llevar a cabo las historias que gustan a la gente, al público masivo, al público que va al cine a disfrutar.
Impecable, artística, dramática, dura en ciertas escenas, absorbente (es larga pero se me hizo cortísima), una delicia para la vista.
Y ahora viene la crítica, aunque voy a ser muy breve porque ya lo he repetido en muchas ocasiones: vuelve a haber algunos cinéfilos que escriben aquí sus críticas, que vuelven a basarse para ningunear un film, en la tan cacareada y repetitiva frase: "no es creíble". ¡Qué manía! Pero tan difícil es dejar ese tema al margen, y limitarse a valorar la película (y luego añades, "pero los hechos que relatan no pudieron ocurrir en la realidad"). Es que a mi nunca me van a convencer de no ver una película porque no es real; joder, que el cine es ficción en un gran porcentaje de las ocasiones. Ya me he desahogado. Os la recomiendo a todos porque vais a disfrutar.