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España España · Barccelona
Voto de EL ALBATROS:
6
Comedia. Romance La tranquilidad de un pequeño pueblo de Estados Unidos se ve alterada después de un baile al que asistieron algunos soldados. Trudy Kockenlocker (Betty Hutton), una hermosa chica, aparece al día siguiente borracha, con un anillo de casada en el dedo y embarazada de un hombre del que sólo conoce el apellido. Había seis soldados, pero no recuerda quién es el padre. (FILMAFFINITY)
16 de diciembre de 2017
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin ser la mejor película de Preston Sturges, pues a veces resulta algo irregular, creo que en esta ocasión cae en la tentación de la caricatura grotesca, descuidando una cierta entidad en sus protagonistas, pero como siempre, construye ingeniosas situaciones jocosas apoyado en unos personajes disparatados en una perfecta simbiosis, poco que envidiar de los aclamados Lubitsch, Wilder o Hawks, manteniendo escenas de alta comedia. Sturges construye su película en función, de las elipsis que a la manera de un puzzle, van recomponiendo el enigma de una agitada noche festiva. Efectivamente, una velada de desenfreno es el detonante de esta divertida y delirante “screwball comedy” (comedia loca) que es cómo se denominaba este tipo de historias, narradas con un ritmo frenético y desternillante, plagada de diálogos mordaces y malévolos contra todas las instituciones sociales.

Pese a resultar creíbles, con otros actores de comedia más acertados, el film hubiera alcanzado mayores cuotas de efecto cómico, porque hay que reconocer que Eddie Bracken y Betty Hutton, no eran lo mejor de la “huerta”. Por otra parte, Sturges no se olvida de lanzar envenenados dardos contra aquella sociedad, tan feroces aquí (los hay contra los políticos, el ejercito, la burguesía provinciana, los banqueros, las fuerzas del orden y hasta con el matrimonio), como en sus mejores films (Los viajes de Sullivan, Las 3 noches de Eva, Un marido rico). Se trata de una comedia que explicita los prejuicios sociales que lleva dentro el ser humano, el comportamiento de unos personajes lastrados por los tabúes tratados de forma amable y divertida. De las consecuencias perversas que acarrea la libertad individual. Así, el padre cascarrabias, el novio cándido, la novia casquivana, la pragmática hermana procaz y los militares simpáticos, forman un variopinto y armónico paisaje donde apreciamos sus vergüenzas.

El arranque del film es lo más brillante, en mi opinión, presentando al poder político como una organización de facinerosos, con una puesta en escena en la que los apreciamos como en una tarima, más altos que los demás e intentando sacar tajada política del sensacional acontecimiento que les comunican desde un modesto diario local que luego averiguaremos. No faltan escenas y elementos del típico “Slapstick” que critican la incongruencia de los hábitos sociales. Mención especial merece ese novio atolondrado, al que todos denominamos, “El tonto del pueblo”, generalmente suele ser el más ingenuo o noble, no siempre bien entendido por los estúpidos y altaneros paisanos que nos creemos superiores en inteligencia, cuando quizás somos nosotros los tontos por despreciar los sentimientos limpios de cualquier bajeza moral. Ya lo decía el inefable Forrest Gump: ”Tontos son los que dicen tonterías...”.
EL ALBATROS
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