Curiosa película en formato documental sobre la alienación laboral. Tanto la alienación que se produce cuando toda tu vida se circunscribe a tu empleo, como la del sinsentido en que se convierte la existencia cuando careces de una ocupación remunerada sobre la que vertebrar todas tus rutinas, y por ende, tu yo social.
El clima es pausado, las reflexiones sencillas, aparentemente al azar, carentes de hilo narrativo, pero poco a poco, van transmitiendo muy bien esa sensación de deriva perdida que implica no ser capaz de encontrar tu lugar en el mundo. O bien por elegir un empleo que nos da seguridad pero nos roba todo, o bien por no ser capaz de integrarnos en el mercado laboral (todos hemos pasado algún tiempo desempleados, con ese miedo a no encajar nunca más o tener que hacer trabajos que detestamos para poder formar parte del juego de las vidas normalmente regladas).

En cualquier caso, el panorama es deprimente. Cierto es que los protagonistas son una isla en sí mismos, no tienen aparentemente lazos de amistad, ni familia cercana, ni muchos asideros, aunque esto, entendemos que es una dramatización que ayuda a la visión de la historia que se quiere dar. Pero no es tan inverosímil que haya más gente en estas situaciones de la que creemos.

La vida es una cárcel con las puertas abiertas amigos, y cada uno debe escoger su forma de redención, si puede. Y nunca es tan fácil.