El guionista, productor y realizador Maxime Govare nos presenta su segunda película, después de su opera prima inédita en nuestro país “Toute première fois”. En esta ocasión se centra en un clásico dentro de la comedia moderna: La inmadurez masculina.

Nos cuenta la historia de Adrien, un cuarentón que todavía no ha decidido madurar y se comporta como si fuera un adolescente, Maude su pareja, al principio se lo pasaba genial con él, pero claro ya tiene ganas de formar una familiar y ve que con Adrien es completamente imposible.

El problema es que los dos comparten piso y aunque ella le pide el divorcio, él no está dispuesto a ponerle las cosas fáciles, a no encontrar trabajo, el protagonista decidirá montar una guardería en la casa que comparten ambos.

A partir de ese momento sucederán los mejores momentos, donde los niños y el protagonista inmaduro provocaran innumerables situaciones cómicas, para sacar de quicio a Maude. La cinta es una continua montaña rusa de momentos absurdos mezclados con otros más emotivos, pero eso si siempre con un objetivo, recuperar a la mujer de su vida.

Quizás este tipo de películas ya las hemos visto en muchas ocasiones, pero si hay alguien que lo hace realmente bien, son los franceses, claro que fuera de sus fronteras, igual no funciona de la misma manera.

Recomendable para pasar un rato agradable, el elenco de actores está bien seleccionado y todos cumplen con su objetivo.

Lo mejor: Las escenas con los niños.
Lo peor: Historia ya vista muchas veces.

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