La directora suiza Bettina Oberli lleva más de 15 años en el mundo del cine, en el año 2004 nos presentó su ópera prima “Viento del norte” y en 2006 su segundo largometraje “Las chicas de la Lencería” representó a Suiza en los Oscar. Ahora nos presenta su quinto largometraje, un drama romántico sobre la sostenibilidad del planeta y sobre una forma distinta de vivir tu vida. La película tuvo su estreno mundial en el Festival de cine de Locarno donde obtuvo el premio Piazza Grande. Ahora la podemos disfrutar en nuestro país dentro de la sección Domestic del Altàntida Film Festival.

Nos cuenta la historia de Pauline y de Alex, una pareja joven que ha decidido vivir su vida fuera de la civilización, pasan los días en una vieja granja en las montañas de Jura, en la cordillera de los Alpes, cultivan sus propios alimentos y tienen un gran número de animales, a los que quieren como sus propios hijos.

Para poder ser todavía más autosuficientes necesitan una fuente de energía propia, para ello deciden contratar los servicios de un ingeniero para que les coloque una turbina de viento. Cuando todo el equipo llegue al lugar para comenzar el trabajo, Pauline empezará a sentir una fuerte atracción hacia el ingeniero y se replanteará todo lo vivido. Empezará a pensar si merece la pena vivir así y si de verdad todo eso que le rodea le hace feliz.

La película tiene un planteamiento muy común y muchas veces visto, lo que hace que funcione es la fuerza de los actores, sobre todo de la interpretación de Mélanie Thierry (recientemente nominada al César por su papel en "Marguerite Duras. París 1944". Su personaje tiene una fuerza increíble y una intensidad apasionante. Quizás el trabajo de los dos actores tiene menos recorrido pero aun así el triángulo amoroso que forman entre los tres es muy interesante.

Cuesta un poco entrar el ella y claramente va de menos a más, está bastante bien dirigida y muestra unos bellos paisajes de los Alpes. El espectador disfrutará con esta pequeña película que hace que te replantees muchas cosas de tu vida diaria.

Lo mejor: La interpretación de Mélanie Thierry
Lo peor: Va de menos a más

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