El director Mirko Pincelli después de realizar varios documentales, nos presenta su opera prima, un buen drama en donde la ciudad de Londres tiene un papel fundamental.

Nos cuenta la historia de una pareja que queda completamente destrozada tras la muerte de su único hijo en un accidente fortuito. Tras todo el proceso y varios años después ambos han logrado empezar una nueva vida en solitario.

Pero el destino es muy caprichoso y cuando aparece en escena Ian, un chico problemático y que acaba de salir de la cárcel, la pareja volverá a reencontrarse y entre ellos surgirá de nuevo esa chispa que nunca dejaron de sentir.

Para ellos este chico será como volver a reencontrarse con su hijo y le ayudarán a seguir adelante, cuando Ernesto descubre que tiene una gran enfermedad terminal, le pedirá al joven a que le ayude a exponer una última muestra de su trabajo en la galería de Elena.

El director consigue una película muy bella donde el resultado está en el rigor de los enfoques y la fluidez de las secuencias. Toca temas muy diversos como son el amor, la culpabilidad y la pérdida.

La gran fotografía y el entorno de los decorados, hacen que la película sea visualmente espectacular, mostrando al espectador los sentimientos profundos de un grupo de personajes, muy distintos entre sí.

En definitiva estamos ante una buena película, con una buena dirección de actores y unos mensajes muy bien elaborados.

Lo mejor: Como transmite el dolor de los personajes
Lo peor: Que pase desapercibida entre los espectadores