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España España · barcelona
Voto de dovith:
7
Serie de TV. Comedia Serie de TV (2012-2019). 7 temporadas. 59 episodios. La senadora Selina Meyer (Julia Louis-Dreyfus) es ascendida inesperadamente a vicepresidenta de los Estados Unidos. Al asumir el cargo, se da cuenta de lo poco preparada que está para desempeñarlo. Para ayudarla en ese trabajo, Selina cuenta con la ayuda de sus asesores: Anna (Anna Chlumsky), jefe de equipo y mujer de confianza, pero muy insegura; Gary (Tony Hale), ayudante de Selina; ... [+]
12 de junio de 2014
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Veep" es una serie sobre política políticamente incorrecta, donde los inventivos insultos van que vuelan por los pasillos de la Casa Blanca. Una comedia embarazosa, que basa gran parte de su atractivo en las humillaciones por las que tiene que pasar la VP Selina Meyer y que ella intenta sobrellevar con la máxima compostura, la máxima dignidad y siempre con una hábil cara de póquer que quizás pueda engañar a los que tiene alrededor, pero no a los espectadores cómplices. Hilarante es el momento de la segunda temporada en el que Selina ayuda en una situación de crisis internacional y durante la reunión es pillada por una cámara mirando el móvil (como si le importara un pito el delicado tema que está tratando en ese momento). Pronto las redes se hacen eco de la imagen captada y comienzan a colgar retratos de ella retocados con Photoshop donde aparece mirando el móvil durante la firma de la Declaración de Independencia, en la crucifixión de Jesús, en medio del tsunami de 2004, etc.

La malhablada, mentirosa, insoportable, soberbia, desquiciada, metepatas, inoportuna, bocazas (sufre de un severo caso de diarrea verbal), pero a la vez única, divina y maravillosa Vicepresidenta está brillantemente
interpretada por Julia Louis-Dreyfus (quien ya mostró su buen pulso para la comedia en Seinfield) y que ha ganado dos años consecutivos el Emmy a Mejor Actriz de Comedia por este papel. Como he dicho antes, Selina pasa por un montón de situaciones humillantes y embarazosas, y cuando las observas como espectador no puedes evitar sentir una mezcla de alegría, compasión, vergüenza ajena y pena por la pobre VP, que se les ve y desea para salir airosa de las circunstancias más denigrantes.

El abanico de getos de la Dreyfus es ideal para el papel, intentando hacer cara de póquer ante todo lo que sucede a su alrededor e intentando salir de todo con la mayor dignidad posible (aunque a ojos del espectador la pierda desde el minuto cero del episodio piloto...). Selina es mu mala, su maldad sobrepasa con creces su corta estatura. Es una mala persona, una perra (para qué andarse con rodeos...), y por eso uno se muere por verla sentada en la silla presidencial del Despacho Oval acariciando el lujoso escritorio de madera tallada como la Presidenta de los Estados Unidos.

Los guionistas se lo deben pasar en grande escribiendo las líneas que Dreyfus suelta con una facilidad digna de una verdadera reina de la comedia como ella. Líneas afiladas, punzantes, hirientes, mordaces. Auténticas perlas que quedarán registradas en los anales de la televisión.

No quiero dejar de mencionar el peinado de Selina Meyer, que empezó siendo una especie de casco oscuro, una masa enlacada inamovible a lo la Dama de Hierro, que poco a poco fue sucumbiendo a la ley de la gravedad de Newton, porque Selina se va soltando la melena, y finalmente se realiza un corte de pelo moderno, aunque muy criticado en la red, alegando que parece bollera o un niño de 12 años...

Muchas son las situaciones bochornosas por las que la VP tiene que pasar y muchas han hecho que me retuerza de risa mientras las contemplaba cómodamente en mi casa. Como cuando va por un pasillo y atraviesa una puerta de cristal con la cara, con la mala suerte de que después tiene una de sus apariciones públicas a la que tiene que asistir con la cara toda magullada y llena de tiritas. O cuando le dicen que en su visita a Londres tiene que aparecer con sombrero, porque allí los sombreros son lo más en los eventos de alto copete y se deja aconsejar por su masajista (con el que está teniendo un tórrido affaire), que le sugiere que lleve un gigantesco y horroroso sombrero que en palabras de uno de los colaboradores de Selina "parece un cisne que haya implosionado". O el día en que asiste a un debate público televisado en el que se les formulan preguntas a los aspirantes a presidentes de los EEUU y a Selina le comienza un molesto tic en el ojo, que intenta disimular sonriendo y aún da más miedo...

Una aguda y muy parlanchina sátira politica que seguro que os divertirá.
dovith
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