Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de obscinedades:
9
8,2
5.823
Documental Doce años después de la Liberación y del descubrimiento de los campos de concentración nazis, Alain Resnais entra en el desierto y siniestro campo de Auschwitz. Lentos travellings en color sobre la arquitectura despoblada, donde la hierba crece de nuevo, alternan con imágenes de archivo (en blanco y negro, rodadas en 1944) que reconstruyen la inimaginable tragedia que sufrieron los prisioneros así como las causas y las consecuencias de ... [+]
13 de diciembre de 2008
32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando el espectador se enfrenta a una imagen la primera pregunta que se hace, consciente o inconscientemente es: ¿qué veo en esta imagen?. Ésta es la pregunta que no paramos de repetirnos durante los 90 minutos que pueda durar un film cualquiera. Fotograma a fotograma el espectador examina, intuye, reconoce, construye, busca o infiere, y finalmente concluye la respuesta a esa pregunta capital, creyendo encontrar el significado oculto revelado. Por sencilla que parezca, la cuestión no puede ser más problemática. ¿Qué se ve en una imagen? ¿Qué revela o puede revelar?. Esa sensación de ‘encuentro del significado oculto revelado’ no es, en muchas ocasiones, más que un ejercicio de optimismo desmedido.

Aún no hemos terminado de encontrar respuesta a estas preguntas cuando, irremediablemente, aparece la necesidad de sumar otra interrogación, acaso más enigmática que las anteriores e igualmente difícil de abarcar. No podemos imaginar el gozo que experimentó el Hombre cuando encontró el lenguaje y pudo multiplicar así sus perspectivas de comunicarse, ni el extrañamiento cuando, examinando las posibilidades de éste, se dio cuenta de que aquello que servía para mostrar podía servir también para ocultar, como si la verdad y la mentira fuesen a veces hijas de una misma madre, y que de hecho es habitual e insalvable que al tiempo que se muestre… se oculte. Y es precisamente sobre esta cuestión sobre la que debemos dar luz en lo que al ámbito de las imágenes se refiere.

La siguiente interrogación sería pues: ¿qué oculta una imagen?, o también: ¿qué no puede mostrar?. Lo primero que debería hacer el espectador maduro para evitar ese tipo de optimismo del que hablábamos –que, paradójicamente, convierte al que mira en ciego- es eliminar de una vez por todas su inquebrantable fe en las imágenes. Debemos dejar de creer. Este ateísmo cinematográfico es condición indispensable para poder partir, al estilo cartesiano, puramente de la duda, y así… acaso ver más, o por lo menos mejor.

Estas cuestiones sobre lo que las imágenes revelan o esconden, o sobre lo que son capaces de revelar o esconder, nos remiten en última instancia a los límites de las propias imágenes, a sus capacidades; qué puede una imagen. Y quizá, un poco más allá, a cuestionarnos cuál es la naturaleza de ‘lo irrepresentable’

En 1911 el artista francés Marcel Duchamp pintaba "Desnudo bajando una escalera". La obra representa el esfuerzo del pintor por plasmar en un lienzo la idea movimiento. Haciéndolo, Duchamp se cuestionaba los límites mismos de la pintura, las fronteras de la creación/representación pictórica. Las cuestiones que se plantea Alain Renais en "Noche y niebla" escenifican la misma lucha.

Es pues, obviamente, la historia de una derrota –al menos en opinión de ese mismo director-, como si por mucho que ordene, estire, retuerza o amontone las imágenes… simplemente no fuese suficiente. Quizá sea ésta la naturaleza de lo irrepresentable para Resnais.

Obscinedades.
obscinedades
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow