"Skinwalkers" es una mala película que mezcla el terror y la acción. Cuando leí su sinopsis y ví el reparto de actores de esta "película" con varias mujeres de belleza incomparable (Rhona Mitra, Natassia Malthe y Sarah Carter), y caras conocidas del mundillo hollywoodiense, no me imaginaba lo que me esperaba. Me dije a mí mismo que por muy floja que fuese, por lo menos echaría el rato viendo un producto similar a "Underworld" o algo parecido. Todavía me pregunto como es posible que haya soportado viendo este engendro hasta el final. Madre del amor hermoso, esto es un Truñaco inimaginable.

La trama del filme es floja y confusa, en la que un niño de 13 años, mitad lobo, mitad humano, controlará el destino de los hombres-lobos según una antigua profecía india. Esto desencadena una guerra abierta entre los que quieren que se cumpla y los que no. La idea del filme, a bote pronto, no parece mala del todo y es muy probable que así sea, pero la forma de desarrollarla es totalmente caótica y sin ningún tipo de interés. A los pocos minutos de metraje, comienza la acción con escenas de persecuciones y tiroteos que lejos de dar dinamismo y tensión a la historia, provocarán el sonrojo o las risas del espectador según la reacción de cada uno ante semejante desastre. Cuando no se está huyendo a toda velocidad o pegando tiros, se producen una serie de diálogos que dan auténtica lástima, ya que los personajes nos brindan unas actuaciones de muy bajo nivel. Sarah Carter solo aporta su cara bonita al filme, Natassia Malthe los momentos eróticos y su protagonista Rhona Mitra es la peor de todas, mira que me gusta esta mujer y desearía decir algo positivo de ella, pero es que empieza siendo una madre bobalicona y temerosa para convertirse en una especie de dura Sarah Connor, sin credibilidad ni oficio de ningún tipo, para mí firma la peor y más lamentable actuación de su carrera profesional. Del resto del reparto y del desenlace final de la historia mejor no hablo, porque empezaría a utilizar un lenguaje malsonante que no quiero llegar a usar.

En el aspecto técnico del filme, hay que constatar que la fotografía, maquillaje, decorados, etc dejan mucho que desear. Sobre todo los efectos especiales y la estética de los hombres-lobos que son de un cutrecismo sin igual. Todo esto ayuda a configurar un Truño ridículo, sin tensión, vacío, sin interés y donde los personajes deambulan de aquí para allá sin ton ni son. Resumiendo, este filme es un regalito de navidad, un subproducto para llevarse las manos a la cabeza.