“Sin identidad” es un thriller que por momentos destila sabor a cine negro y a las películas de espías. No me ha parecido un peliculón ni por asomo, claro que no. No obstante, y pese a todas sus pegas (de las cuales me ocuparé más adelante), lo cierto es que logra entretener y hacerte pensar en qué demonios está pasando durante casi toda la narración. Así pues, creo que es de recibo el afirmar que la cinta cumple con creces en su cometido de entretener.

Si tuviera que analizarla por partes, entonces lo haría así: el arranque es muy prometedor, el nudo resulta algo caótico y por momentos un poco aburrido (aunque eso sí, hacia la mitad del metraje la cosa gana muchísimo en interés) y, finalmente, la imprevisible explicación a lo que sucede hace que la cinta gane muchos enteros (además, es todo un acierto que lo hagan cerca del desenlace). A un servidor al menos lo ha pillado por sorpresa, lo cual agradezco profundamente puesto que pocas veces una película logra sorprenderme a la hora de resolver la intriga que genera (sin caer en lo ridículo, claro está).

Verosímil o no, la verdad es que el guión está bien finiquitado. En mi opinión, hay películas que son mucho más inverosímiles (si las analizásemos realmente con espíritu crítico, entonces comprobaríamos que en realidad son mucho menos creíbles que esta). Luego, tenemos la cuestión de las similitudes con otros filmes. Pues sí, a mí por ejemplo me ha recordado a “Frenético” o “El caso Bourne”. No voy a negarlo, pero piensa ahora en esto: ¿cada cuánto tiempo sale una película que sea verdaderamente original?… pues eso, que tampoco vamos a crucificarla por este motivo porque si no tendríamos que hacerlo con el 99% del cine que vemos, ¿no?.

Del elenco de actores quiero hacer una mención especial al papelón que hace Bruno Ganz (su personaje será un secundario, pero sin duda es lo mejor de la película). Muy bien también Frank Langella (su cara a cara con Bruno Ganz me pareció un destello de buen cine como hace mucho tiempo que no veía). Y del resto del reparto la verdad es que no destacaría a nadie más, salvo a January Jones y sería por otros motivos al margen de los interpretativos (esta mujer me parece más bella en cada nueva película donde la veo).

Ahora vamos con las pegas. Para mí, lo más inverosímil de esta película no es su guión sino el personaje de Diane Kruger. ¿Por qué? Pues porque Diane Kruger parece más una experimentada agente del Mossad que una inmigrante ilegal (al margen de que su personaje entra en la trama de manera forzadísima). Todo lo que rodea a este personaje me parece artificial, rebuscado y totalmente inverosímil. En mi opinión, es el mayor lastre de este filme junto con la infame cámara con Parkinson en las secuencias de acción (dichas escenas no están malejas, pero las destroza la puñetera cámara nerviosa).