Llevaba tiempo esperando ver esta película que se presentaba muy interesante por las imágenes y primeras críticas, como el estreno en España iba para largo, no me lo pensé a la hora de aprovechar la ocasión durante una breve estancia en Nueva York por negocios. Pero resultó ser una mala idea, hubiera preferido pasar esas horas en cosas más interesantes.

La película no es mala del todo, la actuación del protagonista es correcta y me interesa el tema de los psicópatas, apareciendo bastante realistas o aparentemente normales, pero no terminé de creerme a Radcliffe en un papel de neonazi sin los típicos músculos ni más altura, y la historia tampoco tiene mayor interés que los episodios de policías infiltrados que ponen en los canales gratuitos de documentales norteamericanos. En general me pareció un producto de bajo nivel o alejado de lo esperado tras ver la promoción y al actor protagonista. El mayor aliciente para verla sería el estar basada en hechos reales y el no entrar en la exageración comercial.

En definitiva, yo no recomendaría ir a Nueva York para verla, aunque puede que exista alguien que no ha salido de una cueva o una secta en estos últimos años o al que todavía le sorprenda ver a neonazis, KKK y ultraderechistas de paisano.