Está ambientada en pleno verano bajo un sol abrasador en Brooklyn, donde los negros son mayoría y recelan de los blancos, pero también de los orientales que a su vez sienten desconfianza por éstos.

Con tono humorístico, se pasa de una situación a otra rayando la caricatura, pero en la segunda parte todo va cambiando y aquí es donde la cosa empieza a dejar de funcionar, más aún cuando sin haber terminado de dibujarse ninguno de los personajes, se deriva a un tremendismo endeble y poco justificado por lo visto hasta entonces.

Las citas de dos auténticos mitos como Martin Luther King y Malcolm X parecen pretender dar algo de coherencia al argumento, que a la postre no deja de ser el intento de un aficionado que acentúa lo insignificante de su propuesta.