Sorpresa mayúscula que me he llevado al poder ver, gracias al Festival de Sevilla, este cojonudo musical ruso donde su historia nos emplaza a los años 50 en Rusia donde una tribu urbana, los modernillos, intentan pasarlo bien entre trajes de colores, tupes y mucho jazz desafiando al rígido y gris régimen.

Un auténtico chute de optimismo y de buen rollismo con este musical de corte vitalista y reivindicativo, una auténtica gozada tanto en las situaciones planteadas como en los vigorosos y originales números musicales.

Si tuviese que destacar algo, bastante difícil porque lo destacaría todo, sería el portentoso número musical a ritmo de rap en el aula donde los miembros del 'partido' le reprochan al protagonista haberse dejado seducir por el sentir más 'modernillo'. El número me recordó algo en su esencia musical a ese legendario "Another Brick in the Wall" de Pink Floyd. ¡¡¡Impresionante!!!

Por otro lado, me recordó levemente a 'Grease' aunque la que nos ocupa me parece muy superior tanto en los números musicales como en la trama, rica en lecturas socio-políticas.

Una auténtica lástima pensar en que este filme tenga todas las papeletas de no tener recorrido comercial alguno en nuestro país y por otro lado que no me haya podido ir de marcha después del filme con tal subidón de adrenalina y optimismo.

Por cierto, el prota es igual que el niño de 'El 6º sentido' pero en grande. :-P

En definitiva, uno de los mejores musicales que he podido ver en mi vida y he visto unos cuantos.