Corta obra de Mizoguchi, que en 50 minutos nos muestra un momento de la vida de uno de los samuráis más grandes de la historia, Mushashi. El film no tiene nada especial, es una historia como otra cualquiera, lo más destacable es que en ciertas tomas se ve la mano del maestro y su ritmo, dejando a un lado las luchas y su escenificación (pésimas por cierto), para centrarse en el argumento y los diálogos.

En fin, interesante aunque en cierta forma sobrevalorada.