18 años han pasado desde la última entrega de esta secuela, las tres primeras pasaron con más pena que gloria y esta cuarta para no desentonar con el resto de sus predecesoras, continua con la procesión.

El paso de los años, suele mejorar mucho las secuelas ya que el maquillaje, los efectos y música evolucionan, llegando ha hacer más creíble toda historia de terror y asesinatos, pero esta película no es así, donde la música es pasable, los efectos son caseros y se notan en demasía el uso del maniquí y el maquillaje por lo menos se salva, está cuidado, pero un elemento no puede salvar el resto de una película. Con un guión tan grotescamente mal preparado, junto a una dirección pésima y con actuaciones ya de por sí penosas, no consiguen aterrorizar ni al más pequeño de la casa, en cambio si puede sacar alguna carcajada.

En fin, soy amante del género, y amante de secuelas, y no me importa esperar unos 15 años para la quinta, siempre tendré la esperanza de que la cosa mejore, en cambio, si no lo sois, no esperéis nada del otro mundo, porque acabará decepcionándoos.