Aunque FilmAffinity cometa el error de incluir esta película en la saga de Peter Cushing, no forma parte de ella.
Sí, es otra adaptación de Frankenstein hecha por Hammer, pero ni es secuela de "El cerebro de Frankenstein", ni antecede a "Frankenstein y el monstruo del infierno", es una adaptación totalmente independiente.

Aclarado ésto, Jimmy Sangster, que fue un excelente guionista, nunca estuvo como director a la altura de su trabajo escrito.
En este film tenemos a Ralph Bates en el papel de un psicótico Barón Frankenstein, bien interpretado, pero mucho más contenido que el de Peter Cushing.
La hermosa y recientemente fallecida Veronica Carlson, cumplió con el papel que le dieron, pero tiene muy pocas escenas, y sin que ella llegase a ser una Helen Mirren o una Judi Dench, era una actriz capaz de presentarnos algo más de lo que se acaba viendo en este film.

La dirección del film no es muy interesante, en el apartado artístico queda mucho a deber en comparación con otros grandes clásicos de la Hammer, ésto tira más para "Las cicatrices de Drácula" que para "La maldición de Frankenstein", "Drácula" o "Las dos caras del doctor Jekyll".

Es interesante señalar que aquí aparece David Prowse interpretando al monstruo. ¡Sí, David Prowse!, ¡El mismísimo Darth Vader!
Lamentablemente el monstruo sale poco y no hace gran cosa, para colmo su aspecto no es especialmente intimidante, parece Pablo Mármol con un plástico en la cabeza.
¡Horrible! Mucho mejor Christopher Lee, Kiwi Kingston o incluso el propio David Prowse en la entonces futura "Frankenstein y el monstruo del infierno".