Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · 544 Camp Street. New Orleans
Voto de Jinete nocturno:
8
Comedia. Terror A medio camino entre la comedia adolescente desenfadada y el cine gore, Teeth ofrece una curiosa visión sobre una chica, Dawn, con voluntad de preservar su virginidad. Más allá de sus convicciones, su deseo se convierte en una cuestión de necesidad: dentro de su vagina tiene unos dientes que son una arma implacable contra cualquier intruso. La castidad por la que aboga Dawn contrasta con la de su hermano, todo un provocador. (FILMAFFINITY) [+]
9 de agosto de 2009
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí, por fin, algo refrescante y original…Y valiente.
La película, ya lo han comentado muchos, posee dos partes bien diferenciadas. La segunda parte, que más o menos ocupa los cuarenta minutos finales, se caracteriza con mezclar brillantemente un poco (o un mucho; cuestión de estómagos) de buen gore con mucho humor negro -cabrón y despiadado a más no poder- dirigido a dejar a los hombres como lo que somos: penes andantes sin criterio ni medida, que, con tal de meter, no reconocemos ni a nuestra madre –Ya lo dice Woody Allen: “No hay mujer con la me encuentre, ya sea paseando por la calle o en el autobús, que no me haga preguntarme como sería follar con ella”-.
Si la película se redujera sólo a eso, ya merecería echarle un vistazo; aunque fuese para reírse de nuestro patetismo como especie. Pero, que nadie se equivoque, el Terror, lo que se dice Terror, lo ocupan los primeros cincuenta minutos…
Y es que tengo la impresión de que lo que realmente quiere mostrarnos Lichtenstein es esto: su retrato, absolutamente contenido, fotográfico (y por ello espantoso), de eso que tópicamente se llama la “América Profunda”. De un mundo, que en medio del siglo XXI y el país más poderoso de la Tierra, está sumido en el más oscuro Medievo: malsano, neurótico y moralmente degenerado. De un sociedad (y, viendo esto, no me extraña que haya en “yanquilandia” diez mil asesinatos al año y que sea el primer país del mundo en consumo de drogas psiquiátricas) edificada sobre la ignorancia, la represión y la automutilación; que, lejos de educar verdaderos ciudadanos, sólo puede producir generaciones enteras de psicópatas o tarados. Sin desvelar nada relevante, diré que mis ojos, y todavía no se me ha quitado el mal rollo, han tenido que contemplar como decenas de adolescentes juraban sobre una Biblia mantener su virginidad hasta el matrimonio y como la escuela pública entregaba a los alumnos libros de texto con el aparato reproductor femenino censurado; he tenido que contener el vómito –Eso sí que es "gore". Como diría el coronel Kurz, ¡El Horror!- viendo como una profesora de Biología, completamente acorralada y justificándose nerviosamente como quien defiende la pedofilia, trata de explicar la Teoría de la Evolución.
Esto es el verdadero TERROR, señores.
Sin embargo, precisamente esto, éste doble registro, y que no empiece con un par de amputaciones como Dios manda (que es lo que el respetable espera), perjudica la película, haciendo que al espectador le pille con el pie cambiado y no sea capaz de apreciar la brillantez de la primera parte -Recomendaría a los que les parezca aburrida que la vuelvan a ver con la mentalidad con la que se ve Bowling for Columbine-.
En resumen, una película extraña, narrativamente experimental, que bascula entre la denuncia social, la fábula mordaz y el entretenimiento socarrón. Quizás no del todo redonda, pero llena de ideas brillantes que hacen olvidar sus fallos.
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow