Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · 544 Camp Street. New Orleans
Voto de Jinete nocturno:
5
Drama La vida del pequeño Jeremiah no es un cuento de hadas. Educado por unos abuelos fundamentalistas, y llegando a mantener relaciones sexuales con hombres disfrazado de mujer ante la indiferencia de su abusiva madre (Asia Argento), sus días y sus noches se han convertido en un infierno poblado de ogros perversos. (FILMAFFINITY)
13 de abril de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me asombra leer por ahí la que se montó hace unos años al saberse que el supuesto J.T. LeRoy, autor del relato “autobiográfico” que aquí se adapta, era, en realidad, una invención de una avispada editora y que todo lo aquí narrado era más falso que un euro de chocolate... ¿Es que alguien lo dudaba?
Sinceramente, tras contemplar esta sarta de inverosímiles paridas, no concibo que alguien pudiera no percatarse del tufo a impostura sensacionalista que echa la cosa.

Sin ir más lejos, sospecho que la primera que jamás se creyó esta retahila de gilipolleces fue la propia Asia Argento. Y es que sólo eso, que supiera de sobra que tenía entre manos un montón de patrañas, explica el tono de caricatura que empapa el film y que hace imposible tomárselo en serio. En efecto, y es lo más lamentable, esto, lejos de ser el “crudo y durísimo” drama que muchos nos venden, de tan esperpéntico, consigue arrancarte alguna sonrisilla de cínica incredulidad.

No negaré que primer cuarto de hora de metraje me ha parecido absolutamente magnífico. La Argento, en un efímero espejismo que casi te hace pensar que vas a gozar de una gran película (craso error), nos presenta la historia un modo que consigue ser brutal y contenido al tiempo y que hace recordar la insoportable “neutralidad” del mejor Ferrara. Sin embargo, y según pasan los minutos, la situaciones se van tornando tan reiterativas y pasadas de vueltas, y la narración tan efectista, ridícula y caricaturesca, que el horror inicial pronto deriva en carcajada: quieras que no, una vez que al chiquito, ya en la primera media hora de película, lo han drogado, alimentado con sobras de la basura, golpeado con una correa, obligado a vestirse con ropa empapada en orina, forzado a dormir en una bañera, abandonado a su suerte y violado, uno empieza a preguntarse si esto va en serio o la “hijísima” se está quedando con nosotros (todavía no lo tengo claro). A esta impresión no ayuda precisamente la evolución del repugnante personajillo que se reserva para sí la Argento, que si bien resulta creíble en principio, según la película avanza, de puro exagerado, se torna irrisorio. Y es que una puta politoxicómana sin un mínimo de instinto maternal puede resultar tristemente creíble, OK. Pero que la imperfecta se revele además (y a pesar de estar perpetuamente colocada) como una astuta y maquiavélica manipuladora… Puff. La gente (salvo en mi familia) no es tan hijaputa. Eso sí, no dudo que la Argento (que parece en ocasiones estar haciendo esfuerzos por aguantarse una carcajada) se lo pasó pirata con el papelón de “madre del año”.

En definitiva: decepcionante, a ratos ridícula y sólo por momentos fugazmente brillante. Un desperdicio. Y es que la historia, con más contención, sensatez y ganas, podía haber dado lugar a una gran película. Resulta curioso constatar como la Argento, que fue capaz con mucho menos medios y ambición de construir una opera prima interesante, se pierde aquí en el exceso y la vacua pretensión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow