Flojita pero entretenida.
Tiene algún chiste bueno y bastantes chistes malos. Y lo peor, a veces no hay chistes ni gags ni nada divertido.
Pero Cybill Shepherd está fantástica y John Candy también. Solo por verlos a ellos merece la pena.
El resto del reparto o están sosísimos (Lewis) o están histriónicos (Belushi) o simplemente sin la menor idea de actuación (Young).
Decepciona que parece que va a haber más enredo entre las tres parejas o que van a compartir pantalla juntos más tiempo, y no. Ese es el mayor fallo. Las tramas de cada dúo son independientes y pierdes interés al no ver conexión hasta los últimos minutos.
Otro fallo: la muerta no es un personaje que conozcamos, ni nosotros ni ellos, con lo que nos importa poco quién ha sido el asesino.
La trama del perro, Young y Lewis es lo peor de la película. No tienen química ni de milagro, ni gracia, ni interés.
Lo mejor, el aire ligero, despreocupado y noventero del film. Entretener siempre es algo digno de elogio.
Hacer reír ya es algo que solo unos pocos pueden lograr. Aquí pocas risas, pero sí sonrisa.