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España España · Madrid
Voto de Pedro:
6
Drama La mundialmente famosa Lydia Tár está a solo unos días de afrontar el mayor reto de su carrera profesional: grabar la sinfonía que la llevará a las alturas de su ya formidable carrera. Pero su vida personal y sus decisiones van a ir interfiriendo en su carrera musical con consecuencias imprevisibles. (FILMAFFINITY)
28 de enero de 2023
81 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
Trabajo cinematográfico hecho para, por, tras, sobre, mediante y todas las preposiciones que puedan caber en relación a Cate Blanchett. TÁR es Blanchett y Blanchett es TÁR. Es más, sin Blanchett este film ni existiría. Así que me veo en la difícil tesitura de intentar separar su interpretación del resto de componentes de la producción. Si por esta actuación fuese no podría calificar la obra con otro adjetivo que maestra. Pero hay más que eso, y lo demás influye en el poso final de sensaciones que quedan tras la proyección.

La implicación de la actriz en el papel es tan esencial que para prepararse llega a dar clases de piano, aprende a hablar alemán e incluso a dirigir una orquesta de modo que en las escenas que se la ve haciéndolo no hay truco sino que son imágenes y sonido de la Filarmónica de Dresde dirigida por ella. No en vano, Todd Field escribió la obra pensando en ella para interpretarla, e incluso no quería rodarla si no era con ella. Las circunstancias hicieron que el autor recibiese la llamada de la agente de la actriz para decirle que no podría ser porque no iba a estar disponible al menos en tres años, y como en ese momento él iba conduciendo, la noticia le causó tal impresión que tuvo un accidente con el coche. No hay mal que por bien no venga, y ella se apenó tanto por el accidente que le pidió que en cuanto se repusiese se pasara a verla con el guión para leerlo.

Fotografía, música y dirección artística son otros alicientes, e incluso el resto del reparto solventan satisfactoriamente sus papeles. Pero hasta ahí llega lo positivo... Porque lo esencial que queda y hubo quien afirmó que de hecho constituía las tres cosas más importantes de una película: primero el guión, segundo el guión y tercero... ¿adivinan?, sí..., el guión, pues tiene algunos agujeros. Y es que la historia y su ritmo narrativo se desarrollan con cierto agotamiento de ideas, prolongación algunas veces innecesaria de diálogos y alguna redundancia en escenas y detalles para llenar metraje tan largo. Dicho más llanamente, si no fuese por el modo en que la protagonista recrea a su personaje, cómo ella llena cada minuto en pantalla, el resultado tendría varias papeletas para no resultar tan interesante.

En definitiva, es un argumento demasiado revisitado sobre la competitividad profesional y cómo la misma al alcanzar cierto poder puede convertir a alguien en arrogante y soberbio hasta el punto de destruirse a sí mismo en un mundo donde no son pocos los que andan esperando la oportunidad de pisar al que se descuida. Tal vez con 90 minutos de metraje hubiese sido más que suficiente, pero cada minuto que pasa de ahí para mí resta al resultado del conjunto. Así que, salvando ciertas distancias argumentales y cambiando el mundo de la música por el de la prensa, Tár está lejos de ser el ciudadano Kane, aunque en cuanto a nivel interpretativo Cate Blanchett no tendría por qué envidiar a Orson Welles.
Pedro
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