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Voto de Kyrios:
4
Intriga. Thriller. Ciencia ficción En Finlandia, en 1923, el paso de un cometa hizo que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados; incluso una mujer llegó a llamar a la policía denunciando que el hombre que estaba en su casa no era su marido. Décadas más tarde, un grupo de amigos recuerda este caso mientras cenan, brindan y se preparan para ver pasar un cometa... (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2014
53 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
Coherence (Coherence, 2013) es el debut en la dirección de James Ward Byrkit, quien además coescribe el guión de la película, junto a Alex Manugian. La película fue presentada en la sección oficial del festival de Sitges, donde ganó el premio al mejor guión.

Coherence es una de aquellas películas que a pesar de su escaso presupuesto, triunfa allá donde va gracias a lo original de su propuesta, que consigue romper las fronteras de su baja producción. Sin embargo, la realidad es que James Ward Byrkit firma una película que tiene una puesta en escena débil y anémica (y eso no es culpa del presupuesto) y que acaba embrollándose en su propia propuesta. En cierta medida, el desastre de Coherence recuerda al de The Man From Heart (The man From Heart, 2007), película con la que comparte muchas características, como por ejemplo el hecho de que gran parte de la acción transcurra en los propios diálogos que entablan los protagonistas, y que hacen evolucionar la trama del filme. En pocas palabras, Coherence es una película hablada.

Y eso que la idea es realmente atractiva. Pero sólo con ideas no se construye una buena película, algo que es harto conocido en el mundo de Hollywood. Coherence se adentra en el mundo de las dimensiones paralelas. Supuestamente, el paso de un cometa, el Miller, altera el espacio tiempo, creando una serie de universos paralelos (de boca de los protagonistas oiremos la paradoja del gato de Schrödinger, que parece que no puede faltar en una película de estas características). La acción transcurre en el noventa por ciento del metraje en el mismo ambiente, una casa donde los protagonistas tienen una cena importante. Sin embargo, a medida que transcurre la noche se irán dando cuenta que el paso del cometa está dejando huellas poco agradables. Acapara el protagonismo principal Emiy Foxler, a la que la película seguirá hasta el final del metraje.

Sin embargo, Coherence no es tan lista como ella misma se cree. La premisa es la siguiente, el meteorito ha causado un agujero que ha provocado una serie de universos paralelos. En definitiva, a medida que nuestros protagonistas salen de casa se darán cuenta de que hay multitud de casas como la suya, con repetidos personajes, idénticos a ellos mismos. Intentarán seguir unidos como grupo, pero pronto se darán cuenta de que resulta imposible.

El error de Coherence es el desarrollo de la idea. Y es que la película acaba traicionando lo que su propio y estrafalario argumento propone. Es decir, por más que tratemos de seguir las pistas que deja el guión, pronto nos damos cuenta de que el director soluciona ciertos problemas con el recurso Deus Ex Machina. Por ejemplo, durante largo tiempo la película nos quiere hacer creer que las acciones de los protagonistas tienen su repercusión en la casa de los demás, y por tanto observamos como reciben algunas señales de las demás casa. ¿A qué viene entonces el recibir una carta que uno de los personajes escribe, recibiéndola justo en el mismo momento en que está escrita? Ya había quedado claro con anterioridad que los demás universos tenían su propia autonomía, con lo que resulta inexplicable que la carta sea colgada en el mismo momento. Coherence trata de amilanar al espectador con efectos que en realidad distan mucho de ser realmente impactantes.

Por otra parte, si ya el argumento resulta bastante tramposo, aún resulta más increíble la reacción de los protagonistas ante la realidad del conflicto. A cualquiera le podría parecer absurda la realidad de las dimensiones paralelas, pero nuestros protagonistas parecen encajar la incoherencia de lo que les está sucediendo con mucha facilidad. Por si fuera poco, las interpretaciones de los actores no ayudan a dotar a la película de una credibilidad.

Además, la puesta en escena deja bastante que desear. Y esto no tiene nada que ver con el planteamiento de Coherence. La película deja constantemente la sensación de no tener ninguna hoja de ruta en respecto a la dirección. Constantemente Coherence utiliza unos primeros planos (que parecen responder a una improvisación absoluta del director) que provocan un absoluto mareo en el espectador. La cámara (se emplea también el recurso de la cámara en mano) se mueve constantemente con tal de captar todos los rostros posibles, pero el director nunca consigue crear una estética efectiva, sino que todo da la sensación de tener de ir sobre la marcha, dando mayor peso al guión. Por si fuera poco, la película bombardea constantemente con fundidos en negro que tratan de reconstruir la historia, como si fueran diversos impasses importantes

http://neokunst.wordpress.com/2014/08/30/coherence-2013/
Kyrios
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