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Voto de Kyrios:
8
Terror Basada en una historia real documentada por los reputados demonólogos Ed y Lorraine Warren. Narra los encuentros sobrenaturales que vivió la familia Perron en su casa de Rhode Island a principios de los 70. El matrimonio Warren, investigadores de renombre en el mundo de los fenómenos paranormales, acudieron a la llamada de esta familia aterrorizada por la presencia en su granja de un ser maligno. (FILMAFFINITY)
25 de julio de 2013
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Wan sorprendió al mundo con Saw (2004) una película que pese a la opinión negativa de la crítica, fue un auténtico éxito, especialmente entre el público más joven. Pero la carrera del director avanzó de manera desigual. Después de realizar películas bastante cuestionables como Sentencia de Muerte (2007), volvió a la palestra con Insidious (2010), una película que resultó ser un auténtico bombazo. En Insidious Wan nos demostró que era capaz de asustar al espectador siguiendo unas vías que no habían sido exploradas en el cine. Cierto que el director recurría a muchos recursos que han sido utilizados por el cine de terror en múltiples ocasiones, pero el director pulía mucho esos detalles para llevarlos a una nueva dimensión. Pero además, había escenas en Insidious que nos transportaban a un mundo totalmente fascinante a la par que horripilante, en el que el director recreaba una ambientación más que atractiva. Me refiero en especial, a una de las secuencias finales de la película, en la que el protagonista principal se embarcaba en un mundo de tinieblas, un lugar donde Wan podía recurrir a la creatividad y en la que liberaba todos sus demonios. Esas imágenes se quedaron grabadas precisamente porque después de ver la película uno seguía dándole vueltas en su cabeza sobre lo que había presenciado, un festín demoníaco en toda regla.

En cierto sentido, la última película de Wan, la aclamada The Conjuring (2013) retrocede en este aspecto. No se equivoquen, no me refiero a que sea una mala película. Seguramente sea la mejor película de terror que se ha grabado en años. Pero Wan toma un camino diferente al de Insidious. The Conjuring es seguramente la película que pule todos los defectos de las películas de terror más convencionales para llevar la oscuridad a otro nivel. El director no recurre a la imaginación, sino a la perfección formal. Porque seguramente, The Conjuring es una película totalmente perfecta en sus formas. Todo está calculado. Además Wan es un tipo bastante listo. No tiene suficiente con aterrorizar al personal sino que además conoce perfectamente el público que está viendo la película. Por ello mismo recurre a un más que interesante prólogo que revela una autoconsciencia perfecta del género (traída de la mano de la pareja de investigadores Warren que además se servirá el director para jugar también con nosotros) y además se ríe del espectador, moldeando sus sentimientos. De hecho el director lo hará en cada minuto de la película y la sensación de que sólo somos muñecos en sus manos es bastante constante en la película.

James Wan controla el ritmo. Crea atmósfera. Da miedo. The Conjuring lo tiene todo. el director crea mediante una tremenda puesta en escena un horripilante juego (no es casual que el mismo juego de palmadas aparezca en la película, los personajes así como el público estamos vendados esperando el próximo susto) en el que no se había rodado tan bien unos pasillos desde el Resplandor (1980) de Stanley Kubrick. El ritmo es trepidante, si bien en los primeros compases apenas se preeve la hecatombe que eclosionará en el tramo final de la película, se introducen ya el crescendo con el que Wan también jugaba en Insidious, (de hecho comparten estructuras narrativas muy similares) y que resulta necesario para que el espectador acabe culminando en el éxtasis final. En cuanto a la narración citada, el director perfecciona la estructura formal de su anterior película, añadiendo gotas de autoconsciencia que no sé sabe muy bien si es por alertar al espectador, continuar con el crescendo avisándolo de lo que viene a continuación, o simplemente que se ríe en nuestra cara.

James Wan sigue con una de las máximas que ya había demostrado en Insidious y que se alejan a años luz de su ópera prima, Saw. No hace falta recurrir a festines de sangre para calar el miedo en el espectador. Wan lo sabe tan bien que no recurre más que en momentos contados (siguiendo su teoría del crescendo) a la sangre. Lo que vemos hasta entonces son lo que podríamos llamar juegos de niños. Ruidos de golpes en las paredes, puertas que se abren y se cierran...¿porque funciona entonces la película? otra vez volvemos a encontrar la respuesta en una planificada puesta en escena que rompe con los convencionalismo del cine de terror. Es decir, si hay momentos en los que el director recurre a una planificación habitual del género, mientras que en otros se deleita con alargados planos secuencia que ayudan a mantener la tensión, y en otros momentos el director sorprende con un zoom directo sobre un ente demoníaco. Concluyendo, la película juega al límite de la película mil veces vista y el experimento cinematográfico, quizá por eso haya tenido tanto éxito en su estreno. Incluso se permite unos lujosos planos en los que la cámara se eleva y enfoca a los personajes al revés, cual boutade propia de la Nouvelle Vague. Es curioso porque si en la mayoría de películas del género los directores ocultan mediante primeros planos a sus entes en el fuera de campo, Wan se sirve de las sombras para ocultar a sus seres y no recurre al fuera de campo.

Hay algo inquietante en la película y es que pese a que la trama se relaciona bastante con la fe y el creer o no creer, el espectador acaba redimiéndose hasta con Dios y llega a pedir que venga el cura y acabe con todo de una maldita vez. Es decir, Expediente Warren consigue lo que parece imposible, que el cartel de basado en hechos reales funcione y lleguemos a creer todo lo que la película nos está relatando, por imposible que parezca, y sino me creen, esperen al final de la película.

http://neokunst.wordpress.com/2013/07/25/ciclo-james-wan-the-conjuring/
Kyrios
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