Madre mía, que película más paranoica. Sin duda reconozco que estos temas me superan y no me gustan nada, todo lo que tenga que ver con un ser humano que no esté en sus cabales me produce un rechazo innato. Llegué a trabajar con un compañero que tenía esquizofrenia y no era nada agradable vivirlo cuando no se tomaba la medicación. Te da la sensación de hablar con la carcaza de esa persona y no realmente con ella.

Donnie Darko va por un estilo, una magnífica actuación de un muy creíble Jake Gyllenhaal quien nos trae a un alumno muy inteligente y maduro y el cual parece que va en contra del sistema por sus ideales, señalar que tiene problemas mentales y está en tratamiento. La historia nos relata un tiempo en concreto de su vida, y el director muy inteligentemente y aprovechando la temática, nos envuelve en una cortina de humo de dudas entre la realidad, los sueños y la paranoia. Que cada uno la interprete a su manera.

Lo bueno de ver estas películas que ya tienen un tiempo es que recuerdas como eran esos actores hace tiempo y como han cambiado durante estos años. Me ha encantado ver a los hermanos Gyllenhaal trabajar juntos, pero comprobar lo guapa que era Maggie y lo mal que ha envejecido. Recordar al desaparecido Patrick Swayze o ver la transformación de Jena Malone.