¡ Vaya decepción !

Y mira que tenía unas ganas locas de ver esta película porque creía encontrarme con una idea que se aleja muy mucho de lo que al final me encontré. He de decir que es un producto muy engañoso, donde lo normal es que pensáramos en algo así como la mano que mece la cuna, una línea lógica en función del tema que trata. Pero nada más lejos de la realidad.

Nos dan los ingredientes necesarios, muy predecibles, lo normal en estas historias y cuando esperamos que la cosa nos sorprenda...zasssss, planchazo en toda la jeta. En este tipo de productos no deben enseñar las cartas de forma acelerada y aquí nada más salir los padres de la casa, pierde toda la emoción, no deja que el espectador pueda confundirse y esperar el peligro o la tensión por otro lado, le faltaron las luces de neón señalando a la chavala. La línea de despropósitos continúa con su comportamiento con los niños, nada de una línea irregular con los acontecimientos, no, desde el segundo cero perdemos el interés por lo que podrá suceder porque los niños andan a sus anchas y la duda es cual será la próxima trastada a llevar a cabo. Que los niños se conviertan en héroes pensando y razonando como adultos...lo siento, ya no me lo creo, no, no y no. Pasapalabra.

Y si tenemos en cuenta en desarrollo posterior, muy cogido con pinzas y con un desenlace muy pobre y más visto que un tebeo. No cuela Michael.

Producto camuflado en una atmósfera de intriga que decepcionará tan rápido como yo tardaré en olvidarla.