Don y digo bien, Don Rodrigo Sorogoyen se ha currado una maravilla de película de las que harán época si la gente sabe apreciarla artística y comercialmente. Son muchas y repito, muchas, las películas que han llegado a nuestras manos sobre el tema del mundo de la política, las estafas que se llevan a cabo y el inframundo que desconocemos los "pobres" que vivimos al día como John Rambo.

Sorogoyen va más allá, pensé que aceleraba el guión cuando muestra las cartas tan rápido, ¡¡¡ pumm !!! craso error, que me quiten el gallifante. Era el pistoletazo de salida y lo que origina todo lo que vendrá después. Ya os digo que la atmósfera de tensión es continúa, esas escenas con cámara al hombre y simplemente con el sonido ambiente, sin efectos, sin música, notas el nerviosismo cada segundo de metraje. A veces dicen más unos gestos que muchas palabras. Y eso aquí se cumple con creces. Todos o muchos de los españolitos de a pie en el grupito que estamos encuadrados, hemos pensado alguna vez que los políticos viven de lujo, pero muchos al margen de la ley, pero jamás se me pasó por la cabeza como de estresante es dicha vida cuando vives continuamente con la espada de Damocles sobre tu cabeza. Una mirada, una llamada, un mail, cualquier cosa insignificante y cotidiana cobra un significado de amenaza para ésta gente.

Las interpretaciones son descomunales. Cogiendo el protagonismo principal el ENORME Antonio de la Torre, se come con papas a su personaje, más creíble sería imposible. Te transmite su nerviosismo en todo momento, al menos yo lo pasé muy mal, parecía que era yo el que hacía aquello. Con eso está todo dicho. Pero no sólo él. El grandísimo...en todos los sentidos Josep Maria Pou, aprovecha cada minuto de su corto papel para dar una clase magistral de como absorber al espectador en cada aparición en la pantalla. Nacho Fresneda ha sido el más flojo en mi opinión, en un papel que pudo explotar mucho más. Ana Wagener nos trae otra interpretación corta pero efectiva al 200%, siempre en su línea. Mi acompañante alucinó de verdad con las actuaciones, su expresión fue: "los personajes son muy creíbles". Es el resumen perfecto para valorar dicho trabajo.

La trama está muy bien explicada y sobre todo presentada. A pesar de lo complejo de ese mundo, Sorogoyen nos conduce con un manual práctico para no perdernos en ningún momento. Hasta las pocas escenas de acción que nos encontraremos, están rodadas con una calidad y un buen hacer de cara al espectador que te dan ganas de agradecerle al director todo personalmente. No se pierdan la escena del coche en la oscuridad. Inquietante desde el segundo cero.

Hasta el mundo de la información cae en el saco de ésta temática, porque van de la mano, aunque muchos piensen lo contrario. Y el final...a gusto del consumidor.

De las grandes sorpresas de este año.