En su segundo largometraje, tras su debut con el telefilm ‘Hecho en China’, el director Gabriel Guzmán presenta una comedia romántica que trata de diferenciarse del grueso de películas de dicho subgénero, y es ahí donde se encuentran sus virtudes.

Francisco (Andrés Almeida), es un actor desempleado y un tipo inmaduro, separado y con una hija, que vive de la fama que supo acumular siendo muy chico cuando interpretó a un joven superhéroes llamado Rayito en una famosa serie de televisión, resultando imposible para él despegarse de la sombra de dicho personaje.

Cuando se entera que su ex Laura (Adriana Louvier) está por casarse para posteriormente irse a vivir al extranjero con su hija y su nuevo marido, Francisco decide boicotear la boda con la intención de reconquistar a Laura y rehacer su familia, con la complicidad de su agente (Sofía Niño de Rivera) y su fan número 1 y amigo (Ricardo O´Farril).

La película de Guzmán no es una comedia romántica al uso, de hecho busca apartarse de los lugares comunes de ese tipo de películas, encontrando en Andrés Almeida a un actor óptimo sobre el que descansa gran parte del relato, y quien consigue sostener la comedia a pesar de tener que componer a un personaje patético y poco agradable, siendo esto uno de los factores no positivos de la película, pues ya el tema de reconquistar a una ex no resulta tan atractivo, y después de conocer al protagonista, uno como espectador no abraza la idea de que consiga su deseo.

Pero Almeida logra sacarle brillo a su personaje y sacar adelante un relato que se empantana en situaciones un tanto simplonas, pues, aunque la película es una comedia familiar, algunos momentos carecen de justificación y pecan de simplistas, pero que afortunadamente son abordadas de manera puramente cinematográfica y no de una manera televisiva como la mayoría de las comedias recientes de nuestro cine.

Tampoco aportan mucho los actores o personajes de soporte, Louvier no tiene química con Almeida y es bella, pero luce acartonada como en sus telenovelas, mientras que los standuperos, Niño de Rivera y O´Farril no consiguen componer del todo bien a sus personajes, los más ricos e interesantes y sobre quienes debería descansar la comedia de una película no del todo lograda, pero que representa un paso adelante en la carrera de su director.

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