Una historia sencilla sobre dos hermanos. Un guión simple pero sólido. Buddy y Jakey son hijos del sheriff (Thomas Jane) en una zona fronteriza en la que proliferan las bandas y el tráfico de drogas.
Tras quedarse huérfanos, Buddy (Chris Marquette), algo lento, cae bajo la influencia del líder local (Vincent D'Onofrio) que utiliza su talento en su beneficio. Por su parte, Jakey (Anton Yelchin) gracias al apoyo de su hermano utiliza su talento para marcharse de allí y comenzar una nueva vida como violinista en Nueva York.

Después de mucho postergarlo Jakey regresa a su ciudad natal a ver a Buddy y entonces comprende la gravedad de su situación, dejando pocas y difíciles opciones para él.
Sin embargo, aquello que tiene auténtico valor para ambos fue la promesa de cuidar el uno al otro que le hicieron en su día a su padre, lo que determina sus destinos.

Una cinta emotiva en la que destacan las interpretaciones de todos, pero sobretodo la de su protagonista Chis Marquette y la del malogrado Anton Yelchin, además de Vincent D'Onofrio y Thomas Jane en roles secundarios, y cuyo punto fuerte esta en su sencillez, su historia, y sus personajes.