Un final y cierre de trilogía que supone el inicio del declive de Star Wars. George Lucas y Gary Kurtz rompieron una provechosa relación, que había dejado las mejores películas de la saga.
Su relación comenzó en 1973 con American Graffiti pero finalizó al no estar deacuerdo en cuento a planes de futuro, Kurtz argumentó que Lucas estaba más preocupado por la faceta comercial que de la calidad de la historia, la cual podría haber sido distinta.
En cuento al resultado final ofrece pocas innovaciones e introduce un tono mucho más infantil, con personajes más adorables que buscaban más la venta de juguetes que la consistencia de la historia. Prueba de ello son los ewoks, que inesperadamente resultan claves contra el imperio y que tendrían incluso películas propias más adelante y que resultan ser el principio del fin.
spoiler:
En el imperio contraataca Yoda mencionaba a otra esperanza aparte de Luke, esta sería la hermana de Luke, solo que en principio no iba a ser Leia, ya que no tenía sentido con lo mostrado hasta el momento, pero Lucas decidió poner punto y final a una historia que a priori iba a continuar con la trilogía precuela (antes de los 16 años que tardó en llegar) y una trilogía secuela, en la que después de que Luke venciera a Vader en el episodio VI, iba a encontrar a su hermana perdida en el VII, mostrarle el camino de la Fuerza y transmitirle las enseñanzas de Obi Wan y Yoda en el VIII, y juntos, Luke y su hermana se habrían enfrentado al emperador en una lucha final en el episodio IX, según los planes de Kurtz.
Quizá hubiera sido mejor o quizá no, pero Lucas quiso dar un cierre en ese momento. De este modo podemos disfrutar de la redención de Anakin Skywalker.