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Voto de Victor_Hugo:
10
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926
Thriller
Jack Grimaldi es un sargento de policía corrupto que saca un importante sobresueldo informando a la mafia de la situación de los testigos protegidos. Un día recibe el encargo de eliminar a Mona, la bella y despiadada mujer vinculada a la mafia que está detenida acusada de matar a varios agentes federales. Falcone, el jefe de la mafia, quiere cubrirse las espaldas por si a la chica se le ocurre testificar contra él. Sin embargo, todo se ... [+]
2 de diciembre de 2007
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era difícil que una película como "Romeo is Bleeding" (1994) se elevara a la categoría de obra maestra, en una temporada en que todos los premios, alabanzas y debates giraraban en torno a "Forrest Gump" y "Pulp Fiction". Al parecer, en esta discusión entre la revolucionaria cinta de Quentin Tarantino y la oda al sueño americano protagonizada por Tom Hanks, no cabía ni siquiera una mención honrosa para el filme en el que Gary Oldman llegaba a la gloria como actor.
Aunque está claro que los premios que entrega la industria a la industria no siempre son muy acertados, (basta con echar un vistazo a los actuales oscar), uno siempre espera que las películas osadas y con menos expectativas que las grandes producciones, sean galardonadas con algún trofeo que las enmarque en el selecto grupo de cintas de categoría. Pero como ni la academia ni ninguna otra asociación se dio la molestia de resaltar esta peculiar obra fílmica, en este espacio se le elevará al sitial que le corresponde.
"Romeo is Bleeding" es un filme que reúne demasiados buenos elementos como para que nunca nadie se haya dignado a rendirle un homenaje. Mezcla al siempre sufrido antihéroe americano con una fría y calculadora femme fatale, en un mundo de corrupción en el que pagan justos por pecadores. Está dirigida sólidamente por Peter Medak, un autor que a lo largo de su carrera, está más cercano a la irregularidad que a la genialidad. La dirección del filme está acompañada por el impecable trabajo de fotografía de Dariusz Wolski, la que combina con acierto los espacios urbanos de una corrompida Nueva York, con los planos desérticos de Phoenix que aparecen al principio y final de la cinta.
Jim Daugherty (Gary Oldman) es quien nos comienza a contar una historia. Una historia de la que él es protagonista, claro que cuando era otro hombre, un hombre que escuchaba voces que lo acercaban al riesgo, y a las cuales hacía caso. Ese es Jack Grimaldi.
La voz del narrador nos acompaña por casi todo el relato, interfiere con la historia y nos habla de forma directa, para que seamos testigos cercanos de lo que se viene.
Grimaldi es un policía soñador. Desafortunadamente, y como el mismo narrador lo indica, hay una gran distancia entre sus sueños y su billetera. Nunca llegó a ser más que un sargento y a pesar de ser un tipo trabajador, no superaba los US$ 56.000 anuales.
El personaje de Gary Oldman sueña con ser como el tipo que vive en uno de los departamentos vecinos al cuartel de policía, una especie de "tío play boy" que realiza sus aventuras sexuales con voluptuosas mujeres y al cual espían de forma casi ceremoniosa.
Aunque está claro que los premios que entrega la industria a la industria no siempre son muy acertados, (basta con echar un vistazo a los actuales oscar), uno siempre espera que las películas osadas y con menos expectativas que las grandes producciones, sean galardonadas con algún trofeo que las enmarque en el selecto grupo de cintas de categoría. Pero como ni la academia ni ninguna otra asociación se dio la molestia de resaltar esta peculiar obra fílmica, en este espacio se le elevará al sitial que le corresponde.
"Romeo is Bleeding" es un filme que reúne demasiados buenos elementos como para que nunca nadie se haya dignado a rendirle un homenaje. Mezcla al siempre sufrido antihéroe americano con una fría y calculadora femme fatale, en un mundo de corrupción en el que pagan justos por pecadores. Está dirigida sólidamente por Peter Medak, un autor que a lo largo de su carrera, está más cercano a la irregularidad que a la genialidad. La dirección del filme está acompañada por el impecable trabajo de fotografía de Dariusz Wolski, la que combina con acierto los espacios urbanos de una corrompida Nueva York, con los planos desérticos de Phoenix que aparecen al principio y final de la cinta.
Jim Daugherty (Gary Oldman) es quien nos comienza a contar una historia. Una historia de la que él es protagonista, claro que cuando era otro hombre, un hombre que escuchaba voces que lo acercaban al riesgo, y a las cuales hacía caso. Ese es Jack Grimaldi.
La voz del narrador nos acompaña por casi todo el relato, interfiere con la historia y nos habla de forma directa, para que seamos testigos cercanos de lo que se viene.
Grimaldi es un policía soñador. Desafortunadamente, y como el mismo narrador lo indica, hay una gran distancia entre sus sueños y su billetera. Nunca llegó a ser más que un sargento y a pesar de ser un tipo trabajador, no superaba los US$ 56.000 anuales.
El personaje de Gary Oldman sueña con ser como el tipo que vive en uno de los departamentos vecinos al cuartel de policía, una especie de "tío play boy" que realiza sus aventuras sexuales con voluptuosas mujeres y al cual espían de forma casi ceremoniosa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Jack comienza a trabajar para dos frentes. Es policía, pero también es un espía que trabaja para la mafia de Don Falcone (Roy Scheider). Su gusto por el dinero y las mujeres lo irán sumergiendo en un mundo peligroso, pero él no querrá que ese peligro se detenga.
Aquellas fantasiosas orgías que veía con sus binoculares hacia el edificio de enfrente, son ahora una realidad. Sheri (Juliette Lewis) es su musa inspiradora, la mujer perfecta para satisfacer sus sueños de amante decadente. La única mujer que le puede decir que se parece a Paul Newman en "Hud", sin siquiera haber visto la película. Sheri tiene un rostro especial, es una chica que sabe que su hombre es casado, pero que sufre hasta las últimas consecuencias por no ser la protagonista de su historia personal.
La felicidad que vive el personaje en el comienzo, se verá fuertemente contrastada cuando se dé cuenta que hizo una mala jugada y sean sus dos empresas: policía y mafia, quienes se le vengan encima. Todo por culpa de una mujer. Grimaldi es humillado una y otra vez a lo largo del filme, por Mona de Markov (Lena Olin en un rol de antología), la femme fatale de "Romeo is Bleeding". La chica de voz grave es un arma de doble filo para las aspiraciones del ingenuo sargento.
Somos testigos de los reiterados bochornos que vive este antihéroe a manos del personaje de Olin. Ella juega con su sensualidad a flor de piel. Ella sabe lo que representa como mujer, le saca partido a su exuberante atractivo físico. Grimaldi cae una y otra vez. Cuando ya parece que se ha dado cuenta de lo que De Markov es, nuevamente es tentado por el maldito dinero y vuelve a ser humillado. Hasta nos hace creer que su paciencia es inagotable.
Pero no son sólo las mujeres que rodean a Grimaldi. La más importante es su esposa Natalie (Annabella Sciorra). La que no supo entender los riesgos de su esposo sargento, la que representa su cable a tierra, aunque esto no sea suficiente como para que el protagonista evite el peligro.
"Romeo is Bleeding" representa la historia de un hombre que cae en su propia trampa. Un personaje que sufre emocional y físicamente. Es lejos la más sólida película de un Gary Oldman, cuya carrera está llena de altos y bajos. Su rostro sangriento marca el espíritu de la cinta. Así como también la escena en que llora la muerte de una de sus mujeres. Una secuencia realmente escalofríante, quizás sólo superada por el llanto arrepentido de Tom Cruise en "Magnolia", si es que de hacer un ranking de lloriqueos en el cine noventero se trata.
Oldman se merecía al menos una nominación de cuánto premio hay, pero ya sabemos que los críticos americanos no hacen justicia con los antihéroes a la hora de premiar.
Aquellas fantasiosas orgías que veía con sus binoculares hacia el edificio de enfrente, son ahora una realidad. Sheri (Juliette Lewis) es su musa inspiradora, la mujer perfecta para satisfacer sus sueños de amante decadente. La única mujer que le puede decir que se parece a Paul Newman en "Hud", sin siquiera haber visto la película. Sheri tiene un rostro especial, es una chica que sabe que su hombre es casado, pero que sufre hasta las últimas consecuencias por no ser la protagonista de su historia personal.
La felicidad que vive el personaje en el comienzo, se verá fuertemente contrastada cuando se dé cuenta que hizo una mala jugada y sean sus dos empresas: policía y mafia, quienes se le vengan encima. Todo por culpa de una mujer. Grimaldi es humillado una y otra vez a lo largo del filme, por Mona de Markov (Lena Olin en un rol de antología), la femme fatale de "Romeo is Bleeding". La chica de voz grave es un arma de doble filo para las aspiraciones del ingenuo sargento.
Somos testigos de los reiterados bochornos que vive este antihéroe a manos del personaje de Olin. Ella juega con su sensualidad a flor de piel. Ella sabe lo que representa como mujer, le saca partido a su exuberante atractivo físico. Grimaldi cae una y otra vez. Cuando ya parece que se ha dado cuenta de lo que De Markov es, nuevamente es tentado por el maldito dinero y vuelve a ser humillado. Hasta nos hace creer que su paciencia es inagotable.
Pero no son sólo las mujeres que rodean a Grimaldi. La más importante es su esposa Natalie (Annabella Sciorra). La que no supo entender los riesgos de su esposo sargento, la que representa su cable a tierra, aunque esto no sea suficiente como para que el protagonista evite el peligro.
"Romeo is Bleeding" representa la historia de un hombre que cae en su propia trampa. Un personaje que sufre emocional y físicamente. Es lejos la más sólida película de un Gary Oldman, cuya carrera está llena de altos y bajos. Su rostro sangriento marca el espíritu de la cinta. Así como también la escena en que llora la muerte de una de sus mujeres. Una secuencia realmente escalofríante, quizás sólo superada por el llanto arrepentido de Tom Cruise en "Magnolia", si es que de hacer un ranking de lloriqueos en el cine noventero se trata.
Oldman se merecía al menos una nominación de cuánto premio hay, pero ya sabemos que los críticos americanos no hacen justicia con los antihéroes a la hora de premiar.