Esta serie australiana trata de un oscuro episodio de su historia, la utilización de grandes zonas de su desértico sur para las pruebas nucleares británicas en la década de los cincuenta.

Partiendo de un hecho real, el guion intenta humanizar las decisiones, completamente erróneas, que se tomaron entonces, marcando el colonialismo aún presente en los gobiernos británicos de la época, pero introduce demasiados elementos y no sabemos si estamos ante una serie cómica, dramática, de espías, de guerra fría, de incompetencia política, de racismo, de obediencia debida en el ejército, de violaciones, de la problemática vida familiar que arrastran los militares, de Alzheimer...En fin, que es un batiburrillo con bastantes deficiencias.

Dicho esto, está bien rodada, los actores son solventes, destacando James Cromwell, que dignifica cualquier rol en el que se mete, y tiene el interés de dar luz a una parte "olvidada" de la Historia, cuando en aras de la Guerra fría, se justificaban muchas cosas hoy injustificables. Por eso le pongo un 6.