La opera prima de Laetitia Colombani es algo insípida y banal al principio... ¡pero todo tiene sentido un poco más tarde!... con el cien hay que tener paciencia como con la literatura y sacar las conclusiones sólo al final, cuando ya las hayamos consumido. El caso de 'Sólo te tengo a ti' es un claro ejemplo de cómo se puede estructurar una película de forma que parezca una historia 'ñoña' de amor y a continuación dar un salto genial hacia un thriller psicológico. En resumen, una película de suspense que, como ocurre con Angélique -el presonaje de Audrey Tautou-, es tierna y romántica en apariencia.