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España España · Madrid
Voto de SyckBoy:
7
Thriller. Drama Jóvenes bailarines toman accidentalmente LSD mezclado con sangría y así su exultante ensayo se convierte en una pesadilla cuando uno a uno sienten las consecuencias de una crisis psicodélica colectiva. (FILMAFFINITY)
15 de octubre de 2018
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas horas después de mi primera proyección en el festival de Sitges ya me encontraba haciendo cola para ver otra peli. La gente comentaba en la cola que “la peli era muy chunga” o que “con este tío a saber que nos espera”. Este tío, de nombre Gaspar Noé, estaba en la sala. El director argentino presentó su película sin darse demasiada importancia: “Clímax es un película pequeña que rodamos muy rápido, sin mucho dinero y sin actores profesionales. Si alguna vez os habéis fumado un porrito y ello os ha dejado algo confusos e incluso os ha dado algo de paranoia, sabréis de que va esta historia. Nada más, quiero que la película hable por si misma, os espero la salida”. Qué cabrón el tío. Qué grande.
Clímax tiene dos partes muy diferenciadas. La primera mitad es la virtuosa coreografía de una danza, el ensayo final de una obra que se ha de representar próximamente. Y esto Noé lo filma con un virtuosismo al alcance de muy pocos. Su habitual uso del plano secuencia aquí es deslumbrante. Aunque todo esto no es más que un calentamiento para la segunda mitad. Nos espera una fiesta que supone un absoluto descenso sensorial a los infiernos. Sientes que tu mente y tu cuerpo acompañan a los bailarines en su involuntario aquelarre. En los últimos 15 minutos el film roza lo insoportable. Se vuelve extenuante. Yo me debatía entre dos sensaciones contrapuestas: por un lado no podía aguantar la desazón y la angustia que me provocaban las imágenes y por otro me era imposible apartar la mirada de la pantalla. Esto pasa muy pocas veces, al menos a este nivel. Muchos dirán que Noé tira de golpes bajos, efectismo fácil e que incluso cae en el ridículo en algunas ocasiones. Y tendrán parte de razón. También dirán aquello de que “es un película vacía”. Lo cuál es un poco absurdo. Pero con todos sus defectos e imperfecciones, Clímax es algo único que merece sin duda todos los premios que el festival le otorgó a posteriori. El cine Retiro rugía de gusto cuando llegaron los títulos de crédito y yo sentía que empezaba a volverme loco con este festival.
Después de la proyección hubo una fiesta en la que el director y los actores ofrecieron a todos los presentes una sangría fresquita, como la de la peli. Toda una meta-party vaya.

(Extracto del artículo "5 días en Sitges", dentro del blog "Antes de parpadear" https://robergcuesta.wixsite.com/antesde)
SyckBoy
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