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Voto de jastarloa:
7
Drama Entre 1956 y 1959, Charles Van Doren, perteneciente a una prestigiosa familia de intelectuales y profesor de inglés de la universidad de Columbia, se convirtió en uno de los personajes más populares de Estados Unidos gracias a su participación en el concurso de televisión ”Twenty One”. Durante tres años contestó siempre las más variadas y difíciles preguntas. Pero, cuando su popularidad había llegado a todos los rincones del país, ... [+]
16 de agosto de 2006
46 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Te ofrecen setenta mil dólares por ir a un programa y contestar una serie de preguntas de las que ya conoces las respuestas. ¿Dónde está el dilema?

Vale, puede que yo sea un individuo de conductas amorales (sí, anormales también), pero no dejo de entender las dudas y las debilidades de los personajes que aparecen en esta historia. En parte porque el guión lo trabaja todo bastante bien, pero además porque los actores no se limitan a cumplir. Fiennes está fantástico, pero lo de Turturro... lo de Turturro no tiene nombre: ¡qué chispa!, ¡qué vis cómica!
Es una pena que el (casi) siempre correcto y nunca genial director, Robert Redford, no sea capaz de dinamizar aún más la narración, de recortar el metraje sobrante. Es algo que le suele pasar.

Curiosidades:
• Como el verdadero Charles Van Doren no quería colaborar con la película, para estudiar su acento Ralph Fiennes cogió un coche, se dirigió a la casa de campo en la que vivía y se hizo pasar por un conductor desorientado para poder hablar con él sin que se diera cuenta de sus verdaderas intenciones.
• Se barajaron muchos nombres para la dirección y para la interpretación de Van Doren: en un principio se pensó en Richard Dreyfuss y en Harold Becker como director; luego, en Soderbergh y Tim Robbins.
jastarloa
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