De lo que no hay duda es de que los actores, a excepción del niño sosaina, lo dan todo. Otra cuestión es que los personajes que interpretan estén bien construidos desde el guión. Lamentablemente, en el cine español de hoy en día escasea la originalidad, recurriéndose en cualquier momento a lo ya hecho. En este caso podemos ver clarísimas similitudes con "El quimérico inquilino", "Psicosis", "Los Otros", incluso con "Una mente maravillosa"; de todas ellas arranca unos poquitos jirones que va mezclando en un guión con pocos momentos tensos (sobre todo cuando se olvida de fotocopiar escenas de otros y deja a los actores frente a frente) y demasiados ridículos.

La música es a veces horrible (¿por qué siguen empeñados los españoles en rodar como si tuvieran presupuesto hollywoodiense?; ¿es que todavía no se han dado cuenta de que en estos casos en los que no se dispone de grandes orquestas son mejores los acordes simples o, incluso, otorgar más protagonismo a los efectos de sonido?) y, cuando no, recuerda de un modo demasiado sospechoso a la compuesta por Goldsmith para "La profecía".

En fin, que no me explico cómo, partiendo de material tan interesante en la copia, se pueden obtener resultados tan discretos.