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Voto de Reaccionario:
5
Comedia Cada día, a las 11 de la mañana, todos los empleados de la oficina se asoman a la ventana para contemplar los ensayos de una bailarina de striptease. Es la gota que colma la paciencia de Paco, jefe de sección, un joven sexualmente reprimido, de estricta moral y serias convicciones. A Paco le molestan las parejas que se besan en los parques y las mujeres con faldas cortas. Hasta el día en que conoce a un exhibicionista que teoriza sobre ... [+]
7 de diciembre de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia "atrevida" que tiene como protagonistas a José Sacristán y Carmen Sevilla. De todos modo, yo a quién esperaba es a Ágatha Lys, una mujer impresionante, pero no sale mucho, de hecho en un par de escenas del principio y ya está. En cualquier caso, "Sex o no sex" es un intento ligero que explota la sexualidad humana, incluso en su aspecto más pervertido, pero en un tono evidentemente humorístico. Por ejemplo, la excitación sexual viene representada por la cabeza de un tigre de dibujos animados gritando. Por aquí desfilan fetichismos, exhibicionismos, sadismos, pornografía, intercambio de parejas y agalmatofilia, tranquilos lo he buscado, atracción hacia las muñecas, estatuas, maniquís y otros objetos similares. Pese a lo dicho, no deja de ser cine franquista, es decir, que es de lo más decente, lo que de paso demuestra que se puede tocar cualquier tema ya que lo que verdaderamente importa es el "cómo" por en cima del "qué". En síntesis, es una película que apenas tiene argumento, hay varios fragmentos en los que simplemente se suceden sketches. A pesar de esta endeblez, de la aparente tontería en la que se basa, la anormal sexualidad del protagonista, Paco (José Sacristán), y de alguna secuencia más floja, la película consigue salir a flote porque en definitiva te ríes, que es de lo que se trata.

Dada la temática, es casi obligado que se intente erotizar a los personajes femeninos así que no me extraña que haya un buen surtido de chicas con botas, aunque dada la enorme popularidad de esta prenda por estos años, no sé donde empieza la sexualización y dónde acaba la simple moda, si es que se pueden realmente desligar una de la otra. Pues las mejores son las de Xandra Dos Santos, en el tren (¿brasileña?), negras, de plataforma y por encima de la rodilla, pero está el inconveniente de que prácticamente nunca se las ve bien, a pesar de que ella aparece en pantalla varios minutos. En cambio, a las de las dos extras del parque, la segunda y la tercera pareja de los bancos, se las ve perfectamente aunque sólo salgan unos pocos segundos, así que me quedo con estas, que son como las de Xandra pero justo por debajo de las rodillas, especialmente las de la tercera actriz, que hace como que se está besando con un muchacho, claramente no lo está haciendo, como las demás juntan las cabezas. Volviendo a la película he querido ver una metáfora de la historia de España basada en la evolución sexual: de la España nacional-católica a la del turismo y el biquini, pero dentro de un orden. No en vano, ¿esa hipersexualización no explica, por ejemplo, la altísima tasa de prostitución que tenemos actualmente en España?
Reaccionario
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