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Voto de Reaccionario:
6
2007
Michael Hirst (Creador), Ciaran Donnelly ...
7,2
9.119
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2007-2010). 4 temporadas. 38 capítulos. Drama ambientado en el reinado de Enrique VIII (1509-1547), que trata sobre los numerosos matrimonios del monarca inglés. Ansioso de poder y muy aficionado a las aventuras amorosas, el joven monarca gobernaba su reino igual que vivía su vida: sin piedad y sin control. Una historia sobre los más ocultos excesos del tirano, cuyo reinado estuvo marcado por la traición y las intrigas. (FILMAFFINITY) [+]
15 de enero de 2013
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores series llegadas llegada en los últimos años, no de Inglaterra como creía, sino de Irlanda. Aunque engañan un poco con el título. Realmente no se trata de la historia de la dinastía Tudor sino de uno de los reyes más importantes y famosos del país, Enrique VIII, conocido sobre todo por sus múltiples matrimonios. De todos modos se hubiera agradecido una continuación pues después de la muerte del rey la cosa se puso bastante interesante. Por lo menos podría haber acabado con la llegada del último soberano/soberana de la dinastía. Sea como fuere, y aunque no es históricamente muy fidedigna, la serie recrea un período crucial y muy tormentoso en la historia de Inglaterra en la que la vida personal de Enrique se mezclaba con las intrigas políticas, al mismo tiempo que la reforma protestante apareció en la isla.
La serie tiene bastantes cosas buenas y algunas no tanto. Por ejemplo, al principio es cierto que era demasiado explícita en ciertas escenas sexuales si bien en las siguientes temporadas se recataron más. En el otro lado, la ambientación es muy buena, el vestuario excelente (aunque con algunas licencias, estoy de acuerdo) y las actuaciones, que son de primera. Reconozco que me sorprendió Jonathan Rhys Meyers en un papel complicado que, no obstante, interpreta a gran nivel. De las caras conocidas, quizás el mejor sea James Frain (Thomas Cromwell) y de las chicas, la que se lleva el gato al agua es Sarah Bolger, no tanto por su actuación sino por su personaje, María, la hija del Rey y de su primera mujer, Catalina de Aragón. Admito que me tenía absolutamente cautivado esta joven, con el porte y la clase de una verdadera reina.
De hecho, María me encandiló y me hizo sufrir a partes iguales. Porque esta princesa tan guapa, educada, orgullosa, distinguida, católica, piadosa, recta, dulce, recatada, femenina y encima, elegantísima (espectacular su vestuario), tuvo una vida, además de complicada, bastante desgraciada, que sale parcialmente en la serie. Para no desvelar nada, sólo os diré que la historia la ha maltratado sin miramientos (SPOILER). Visto lo visto, no sabría decir si el personaje histórica era tal y como le reflejan aquí. Y eso es precisamente lo que más me duele, que la María real con tan mala percha, fuera la misma que esta joven adorable. Si fueras una petarda, no habría problema pero, ¿cómo te puedo criticar siendo así de maravillosa? María Tudor, ¿por qué eres así? ¿Por qué hiciste lo que hiciste? ¿Qué te pasó por el camino? ¡Qué sufrimiento!
Ahora que lo estoy pensando, mejor haber dejado la serie justo cuando acabó. Así podemos fantasear sobre el futuro de María, recreando una historia alternativa en la que las cosas sean como nos hubieran gustado que fueran.
La serie tiene bastantes cosas buenas y algunas no tanto. Por ejemplo, al principio es cierto que era demasiado explícita en ciertas escenas sexuales si bien en las siguientes temporadas se recataron más. En el otro lado, la ambientación es muy buena, el vestuario excelente (aunque con algunas licencias, estoy de acuerdo) y las actuaciones, que son de primera. Reconozco que me sorprendió Jonathan Rhys Meyers en un papel complicado que, no obstante, interpreta a gran nivel. De las caras conocidas, quizás el mejor sea James Frain (Thomas Cromwell) y de las chicas, la que se lleva el gato al agua es Sarah Bolger, no tanto por su actuación sino por su personaje, María, la hija del Rey y de su primera mujer, Catalina de Aragón. Admito que me tenía absolutamente cautivado esta joven, con el porte y la clase de una verdadera reina.
De hecho, María me encandiló y me hizo sufrir a partes iguales. Porque esta princesa tan guapa, educada, orgullosa, distinguida, católica, piadosa, recta, dulce, recatada, femenina y encima, elegantísima (espectacular su vestuario), tuvo una vida, además de complicada, bastante desgraciada, que sale parcialmente en la serie. Para no desvelar nada, sólo os diré que la historia la ha maltratado sin miramientos (SPOILER). Visto lo visto, no sabría decir si el personaje histórica era tal y como le reflejan aquí. Y eso es precisamente lo que más me duele, que la María real con tan mala percha, fuera la misma que esta joven adorable. Si fueras una petarda, no habría problema pero, ¿cómo te puedo criticar siendo así de maravillosa? María Tudor, ¿por qué eres así? ¿Por qué hiciste lo que hiciste? ¿Qué te pasó por el camino? ¡Qué sufrimiento!
Ahora que lo estoy pensando, mejor haber dejado la serie justo cuando acabó. Así podemos fantasear sobre el futuro de María, recreando una historia alternativa en la que las cosas sean como nos hubieran gustado que fueran.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Fue, evidentemente, la reina María Tudor. Llegó a reinar no mucho tiempo, de 1553 a 1558. Se casó tarde, con 48 años con Felipe II, sí, nuestro rey, pero fue un desastre porque no la quería para nada, entre otras razones porque era 11 años más joven que ella y porque fue un matrimonio político. Aún así, lo peor de su corto reinado fue su empeño en restablecer el catolicismo en Inglaterra. Al principio siguió una política de tolerancia religiosa, pero acabó por perseguir a los protestantes. Al final, en su corto reinado, cerca de 300 personas fueron quemadas por razones religiosas por lo que se ganó el apelativo de "Bloody Mary", "María la sangrienta".
Otra cosa es la responsabilidad que tuvo en esta política si fue obra suya o le fue impuesta. Al respecto tradicionalmente se la inculpado si bien algunos historiadores más recientes han tratado de lavar su imagen al resaltar que fue empujado a esta política, entre otros, por el propio Parlamento que aprobó las leyes contra la herejía que justificaban la quema de "herejes".
Por otro lado, el recurso de decir que Enrique VIII o Isabel I fueron peores es más que discutible, aunque sólo fuera por el clásico "tú más". Lo cierto es que esas muertes pesan como una losa sobre su figura y aunque también hubo ejecuciones en otros reinados, su número, naturaleza y motivación fueron diferentes. Querer ver en esto una especie de conjura anticatólica a lo largo de lo siglos es más una tendencia a la paranoia de ciertos grupos que una interpretación histórica.
Otra cosa es la responsabilidad que tuvo en esta política si fue obra suya o le fue impuesta. Al respecto tradicionalmente se la inculpado si bien algunos historiadores más recientes han tratado de lavar su imagen al resaltar que fue empujado a esta política, entre otros, por el propio Parlamento que aprobó las leyes contra la herejía que justificaban la quema de "herejes".
Por otro lado, el recurso de decir que Enrique VIII o Isabel I fueron peores es más que discutible, aunque sólo fuera por el clásico "tú más". Lo cierto es que esas muertes pesan como una losa sobre su figura y aunque también hubo ejecuciones en otros reinados, su número, naturaleza y motivación fueron diferentes. Querer ver en esto una especie de conjura anticatólica a lo largo de lo siglos es más una tendencia a la paranoia de ciertos grupos que una interpretación histórica.