Barbara Streisand debiera haber pensado en esta refrán para rodar su película. De hecho ese es el principal error que comete, abrir demasiados frentes, demasiadas historias que luego no sabe o puede concretar o resolver de ningún modo.

Hay al menos 8 historias: la de Tom con su mujer, la de Susan con su marido, la del hijo de Susan, la de la hermana de Tom, la de la infancia de Tom, la de Tom y su madre, la de Tom y su padre, la de Tom y Susan. Ante tanta amplitud pierde un poco el norte y deja historias muy potentes, inacabadas como la de Tom y su madre.

Además la cinta peca de cierto tufo de autoayuda. Parece que el objetivo de la misma es mostrar como una persona puede conocerse mejor, superar sus traumas, crecer espiritualmente. Pero de hecho, el retrato psicológico no acaba de ser preciso, entre otras razones porque la directora no quiere amargar al espectador, no quiere reflejar la crudeza de ciertas relaciones, el daño emocional, sino que opta por un tono más superficial, más optimista lo cual es un error.

Por último la relación de Tom y Susa, me parece bastante forzada y la forma de resolverla me parece peor todavía, injustificada.