Película canadiense de serie B, a pesar de contar en el reparto con los populares Estella Warren, John Hannah y ya a mayor distancia Tom Butler, básicamente porque me sonaba de "El círculo secreto" (2011), sí, la estoy viendo y me está gustando, ya os diré. El caso es que "Yo acuso", nada que ver con la célebre acusación de Emile Zola ni tampoco con otras películas con el mismo título, hay de 1919, 1938 y 1958, va sobre una suceso real, eso nos cuentan al principio, sobre una joven que asegura que ha sido violada por un médico, después de dejarla medio inconsciente con un pinchazo, escena que nos muestra el cartel. Lo que pasa es que pruebas, pruebas, no tiene ninguna. Ese es el problema de la violación que es difícil de demostrar, no el presunto "machismo de la sociedad patriarcal", que no existe en absoluto.

El largometraje no es que sea para echar cohetes pero tiene un argumento que te engancha. Además es lo suficientemente inteligente para no venderse a las primeras de cambio. Es decir, que prácticamente hasta el final no averiguaremos si el acusado es realmente culpable o todo es fruto de una alucinación de la chica. A esta incertidumbre se le suma el resultado del clásico juicio que debe haber en estos thrillers y que en el fondo nos encantan, que tampoco está nada claro qué va a fallar. Lo cierto es que todo es muy sospechoso pero John Ketcham tiene la suerte de contar con un recurso que es una flipada absolutamente genial, que digo yo que será verídica porque para eso ponen lo de "basado en hechos reales". Merced a esto nos tendrá confundidos durante buena parte del metraje (SPOILER).