Como nadie se anima, aquí vengo con mi crítica para inaugurar el casillero de "El regreso de Lassie". En efecto, aunque esta hembra de Collie se mantuvo en series de televisión haciendo las delicias de los niños, como en "La nueva Lassie" estrenada en 1989, la última vez que la vimos en la gran pantalla fue en "La magia de Lassie" de 1978. 16 años más tarde Daniel Petrie recoge el testigo trasladando a nuestra heroína canina a Virginia, donde se convertirá en la mascota de los Turner, una familia con complicaciones económicas pero también con el primogénito, Matt (Tom Guiry).

En este entorno Lassie desplegará sus dotes casi paranormales porque hay que ver la capacidad para anticiparse, encontrar o saber lo que está pasando. Yo mientras tanto pensaba que tal y como se había quedado, bien podría ser una inquilina de lujo para el Hotel para Perros regentado por Andi (Emma Roberts) y compañía. Pero no, Lassie tiene sus propios planes. A todo esto, la película es floja, parece más bien un capítulo largo de televisión, aunque bien intencionada y agradable de ver. Sin embargo, confieso que pese a todo, me ha hecho llorar, con la ayuda de Basil Poledouris.