Aprovechando el éxito de "En busca del valle encantado" (1988), acabaron surgiendo unos años más tarde toda una serie de continuaciones, llegan a catorce entre 1994 y 2015, que trataba de seguir las aventuras de Piecito y sus amigos. Sin embargo, ya no era lo mismo y el transcurso de seis años entre 1988 y 1994 nos revela la distancia que hay entre la original y la secuela. Ya no está ni Don Bluth en la dirección, ni Steven Spielberg o George Lucas en la producción. Es más, "En busca del valle encantado II: Aventuras en el Gran Valle", no se estrenó en los cines sino que salió directamente para el mercado doméstico en formato VHS.

Dicho esto y pese al evidente descenso en la animación, la película no es en absoluto mala, aunque reconozco que la recordaba algo mejor de lo que realmente es. Lo extraño de esta segunda parte es que es por un lado muy infantil pero por el otro aborda algunos asuntos con inusitada madurez. En lo primero, las tres o cuatro canciones de críos, los villanos de chiste y algún giro inocente pueden echarnos para atrás. Pero por el otro, existe una reflexión muy necesaria, conservadora y acertada sobre lo que significa la paternidad, la educación infantil, la diferencia o la naturaleza de las cosas. Y además, Tragón es monísimo.